Me gusta beber té sola, y leer sola. Me gusta viajar en el autobús sola, y caminar a casa sola. Me da tiempo para pensar y poner mi mente libre. Me gusta comer sola, y escuchar música sola. Pero cuando veo a una madre con su hija, una chica con su novio, o un chico riendo con su mejor amiga me doy cuenta de que a pesar de que me gusta estar sola no me apetece estarlo.