-¡Corre!
Me agarra la mano y tira de mí mientras corremos intentando no mojarnos, aunque siendo sinceros creo que ya es un poco tarde. Conseguimos llegar hasta el portal de su casa, menos mal que hacemos deporte sino ahora mismo me encontraría en el suelo intentado recuperarme. Mi mejor amigo, Mark, saca las llaves y entramos al portal. El ascensor tarda poco en llegar y una vez dentro puedo ver mi reflejo. Mi pelo castaño se encuentra todo revuelto y empapado y mi ropa se encuentra pegada a mi cuerpo debido a la lluvia que no pudimos evitar. Mis ojos se desvían hasta el reflejo de mi amigo y veo que se encuentra igual que yo. Su camiseta blanca se pega a su cuerpo marcando esos perfectos abdominales con esa vista siento que algo en mi se remueve. Sacudo mi cabeza intentado quitar ese pensamiento. Mis ojos ahora se encuentran con los suyos y me hace una mueca dándome a entender que no entiende a que fue mí debido comportamiento. Me encojo de hombros, ni yo mismo sé que me ha pasado. Llegamos a su piso y salimos del ascensor el por delante mío. Ahora mi vista va hasta su culo ¡joder!, ¿Qué me pasa? No soy gay, hasta hace poco tenía novia y ahora solo pienso en el cuerpo de mi amigo. Tan distraído que iba no me di cuenta que estábamos ya en su habitación.
-Erin, ¿quieres que te deje algo de ropa?
Miro hacia abajo y mi ropa esta empapada así que asiento con mi cabeza. Segundos después me arroja una camiseta y el comienza a desvestirse. No es raro que se cambie delante de mí, somos amigos desde los cinco años y jugamos al fútbol juntos, así que verle desnudo no es una cosa que me choque, hay confianza. Hoy no sé que me está pasando, mientras veo como se quita la camiseta, como los músculos de su espalda se contraen otra vez algo se remueve en mi. Veo que se inclina y desliza los pantalones por sus tonificadas piernas. Quiero apartar la vista pero no puedo. Una vez los pantalones están hechos una bola en el suelo se quita los calzoncillos dejándome una vista de su culo. Se inclina a coger unos secos y puedo ver como sus nalgas se separan permitiéndome ver su entrada. Esa vista se mantiene un rato mientras revuele en el cajón. Inclinándose un poco más puedo ver su pene moviéndose de un lado a otro en movimientos lentos y sus testículos acompañándole. Siento un tirón en mi parte baja y puedo sentir a mi amigo poniéndose duro. Dándome cuenta de eso es cuando aparto la vista y me pierdo en mis pensamientos. No me puede gustar mi amigo, no me pueden gustar los chicos, tiene que ser que llevo tiempo sin sexo y a eso se debe. Con ese pensamiento en mente y el carraspeo de mi amigo vuelvo a la realidad.
-¿Te pasa algo? Te noto raro – me pregunta Mark ya vestido, aunque no se si vestido es la palabra correcta ya que solo lleva unos calzoncillos.
-Nada, estoy cansado del entrenamiento.
Con esa respuesta y una asentimiento de cabeza por su parte procedo a quitarme la ropa. Primero me saco la camiseta dejándola en la cama y después los pantalones. Menos mal que ya se me había bajado la calentura, sino no sabría como explicarlo. Me dejo los boxers puestos ya que no me había dado ninguno y no me encontraba ahora con la confianza suficiente para pedirle unos y quedarme delante suyo desnudo después de tan raros pensamientos. Busco la camiseta que me había pasado pero mis ojos se encuentran primero con mi amigo y su vista fija en mi, más concretamente en mi pene. Me remuevo en mi sitio sintiéndome incomodo, pero no porque no me guste haberle encontrado así, sino porque lo que había conseguido bajar estaba de nuevo despertando. Mi movimiento hizo que Mark apartara la vista pero no mostró ningún signo de vergüenza después de que le encontrará en esa situación. Se supone que Mark también tenía novia hasta hace poco así que deduje que podía ser coincidencia que su vista estuviese ahí o que le pasara lo que a mí me había pasado.
-Vamos ponte la camiseta y vemos una película.
Fue como una orden a la cual respondí. Una vez tenía la camiseta puesta me acomode en su cama con la espalda apoyada en el cabecero. Mark se movía de un sitio a otro preparando todo. Yo solo seguía sus movimientos con la mirada, concretamente el movimiento de su culo. Enserio no sabía que me pasaba pero no podía dejar de ver como se movían sus dos nalgas cuando iba de un lado a otro y como se apretaba ese calzoncillo haciéndolas perfectas.
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Lluvia-one shot- gay
Short StoryDos amigos, una tarde lluviosa, ropa mojada, una buena combinación. One shot gay. Sexo explicito. Mayores de 18.