TONIGHT; Hyungwonho. (monsta x)

Capítulo Único.

- ¿Me harás una mamada o qué?

Preguntó Wonho enojado por la red telefónica. Aún no entendía como coños no había enviado a la mierda a la red de su celular, cuando ni hablar con su amigo le dejaba.

Tomó el saco negro, su maletín café de cuero y arregló su corbata azul marino antes de salir por la puerta de su oficina y entrar al elevador. Presionó S3 y se apoyó en el fondo. Sabiendo que sería una larga espera ya que su oficina se encontraba en el piso 19 del edificio.

- ¿Sigues allí? -Se sobresaltó al escuchar la voz suave del contrario en su oído.

Sonrió ampliamente y respiró pesado.

-Sí, hyungwon.

Escuchó la risita tierna del menor a su lado, joder. Que quería llegar y follarle duro. Después de todo, eran folla-amigos si se le puede decir así.

Lo había conocido desde pequeño, en el jardín de niños. Siempre había sido tan risueño, con una sonrisa que le encantaba a cualquiera que la mirase. Wonho siempre había estado allí para él, hasta cuando unos hijos de puta habían tratado de golpearle, siendo él, el que recibió la paliza.

Cuando Wonho tenía 18, hyungwon le había dicho que le gustaban los tíos. A lo que le pidió que si no le incomodaba lo besara para estar seguro si era de esa forma. Wonho aceptó, no le diría que no a su mejor amigo. El problema había sido, que ninguno de los dos quería dejar de morderse los labios y jugar a besos mojados. Hasta que fueron interrumpidos por el sonar del celular del menor y joder, que se había arrepentido no follarle.

Pero no todo era tan jodidamente malo, ya que hace dos años atrás. Ambos habían llegado a un acuerdo de follar pero no tener el típico cliché estúpido de toda historia, follar y luego enamorarse. Por qué Wonho sabía que ninguno sentía nada por el otro y eso era algo satisfactorio, más sin embargo, si había una atracción, pero sexual nada más. Cosa que ambos estaban totalmente de acuerdo.

- ¿Dónde estás? -Se subió al auto para arrancar a su apartamento.

-Estoy esperando el bus.

- Iré por ti. Estaré en quince minutos allí.

Aceleró más el auto. Escuchó la risita juguetona del menor en la línea, para luego el sonido de la llamada cortada.

El camino no se le había hecho tan largo. Solo eran los putos semáforos que estaban cada dos esquinas, literalmente. Se estacionó en la parada de buses, cual ya no tenía ninguno porque el último se había ido. Sonrió ampliamente al ver al de cabello rubio aproximarse al auto, abrir la puerta y subirse.

-Hola Wonho. -Sonrió colocándose el cinturón de seguridad.

-Hola. -Le miró fijamente para así arrancar el carro y encaminarse al apartamento de Hyungwon.

No quedaba lejos, de hecho, estaba a seis apartamentos después del suyo y en el mismo piso. Rio por lo estúpido que sonaba toda esta mierda.

- ¿Cómo te fue en el trabajo?

- ¿Enserio Hyungwon? Hablaremos del trabajo cuando hay cosas más importantes que hacer.

Dio una vuelta para seguir camino abajo y ver de vez en cuando de reojo al menor sonrojado por sus palabras.

Ambos sabían lo que querían hacer, y el puto calor que Wonho estaba sintiendo, no sabía si era porque en realidad estaba haciendo calor o porque su polla estaba dura por tener al menor cerca.

Wonho estacionó el carro en una esquina oscura, cuadras antes de llegar a los apartamentos. La luz tenue del poste ayudaba a que el auto no se mirara demasiado, exactamente lo que el mayor estaba buscando. Quitó su cinturón de seguridad para quitar el del menor con cautela, sin quitarle la mirada de encima.