Revise nuevamente la aplicación de Instagram en mi teléfono para asegurarme que todo estuviera en correcta normalidad, revise la cuenta de Marco y contemple la foto que recientemente había subido con nuestra pequeña. Luego de la infidelidad de Marco durante su estadía en Italia, decidimos separarnos -o yo lo decidí-, era lo mejor para ambos.
Había vuelto a mi trabajo como modelo, grandes casas de modas deseaban poder tenerme como imagen a cambio de una gran suma de dinero que, obviamente me negaba a rechazar.
Todo es cuestión de trabajo,
y de actitud.
Aún vivía en mi casa -la que anteriormente compartía con él- y Marco había regresado a su antiguo apartamento de soltero donde este momento se encontraba él y mi hija.
Mi teléfono se empezó de llenar de mensajes por parte de Erik, con un poco de fastidio, me dedique a leerlos.
"Revisa el instagram de Scarlett"
"Es de vida o muerte"Scarlett, una supuesta modelo promesa de alguna agencia de pacotilla alemana y supuesta noviecita de Marco.
Automáticamente mis dedos salieron de la aplicación WhatsApp y entraron a Instagram, busque la cuenta de Scarlett e inmediatamente abrí la primero foto, tardo un tiempo en cargar pero luego contemple la figura de la rubia sosa cargando a mi pequeña.
@scarletrgartman ha subido una foto
Pequeña sesión de fotos con la bebé de él papá más hermoso del mundo.
La sangre me hirvió.
La única condición que le había impuesto a Marco era que no se acercara a Scarlett mientras estaba con Zara.
Mi cara estaba roja de la rabia y algunas lágrimas empezaban a caer de mis ojos, Marco me había mentido, Marco me había jurado que no pasaría la tarde con ella.
Que ilusa eres Sara.
Vuelta un manojo de sentimientos tome a las llaves de mi auto y emprendí camino a casa de Reus.
-¡Marco! ¡Marco abre la puerta! - había echo sonar repetidas veces el timbre y nadie contestaba. - ¡Marco por favor!
Segundos después, un Marco sin camisa y con el cabello alborotado se posó bajo el umbral de la puerta. Su cara se mostraba sorprendida.
-¿Qué haces aquí? Te dije que yo la regresaría.
-Dejame pasar - casi rogué -, tengo que ver a Zara.
-No dejaré que le pase nada a Zara - replicó.
-Y no lo dudo, pero dejame pasar - Eche a un lado el escultural cuerpo del futbolista, el cual internamente aún lo deseaba.
Camine por los pasillos que tan bien conocía, donde constantemente Marco Reus y yo habíamos construido nuestra historia de amor.
Que claramente estaba olvidada.
Escuche el llanto de Zara e inmediatamente corrí a la habitación principal, ahí se encontraba Scarlett con mi niña en brazos. En otras circunstancias seria una escena enternecedora.
- Dame a mi hija - cual madre molesta, tendi los brazos y recibí a mi niña la cual se calmo con unos pocos besos.
- No tienes que actuar así Sara - Articuló Reus entrando a la habitación -, también es mi hija.
- ¡Pero te dije más de mil veces que no la acercaras a ella! - elevé la voz - Me volviste a mentir Marco.
Inconscientemente algunas lágrimas corrieron por mis mejillas, aún me dolía.
Camine apresuradamente hacia el living y escuche los repiques insistentes de Marco.
- ¡Pero calmante mujer! ¡Ella no le estaba haciendo nada malo a Zara!
- Marco, por si no te diste cuenta, ella fue la que destruyo lo que tu y yo teníamos ¡Te dejaste engatusar Marco! - deposité a Zara en el corral que reposaba sobre la alfombra marrón del lugar - ¡Permitiste que terceros entraran a nuestra familia! ¿En dónde quedó la boda Marco? ¡¿No te querías casar?!
La cara de Marco se encontraba blanquecina, tan pálida como nunca antes la había visto. Había dando en su punto débil, la boda.
- Se que aún me amas Marco - suspire - y no pienso tener la misma pelea una y otra vez. Podrás seguir viendo a tu hija, pero de mi te tienes que olvidar.
Sus palabras calaron en mi piel, Sara tomo a nuestra hija y se retiro del apartamento, todas y cada una de sus palabras habían sido ciertas, aún la amaba.
-¿Quieres ir a la habitación?- Sentí las manos de Scarlett recorrer mi pecho desnudo. - Podemos divertirnos un poco.
- Vete de mi casa - repliqué.
-¿Qué? - Se posó frente a mi.
- Retirate de mi casa.
- Te arrepentirás Marco Reus.
Sentí como tomo sus cosas y salio, bufé, me sentía deprimido, triste. Camine hasta mi habitación y me acosté en el alcolchonado, hacía frío y un trago del seco vodka que reposada en uno de los costados de la habitación era la solución perfecta.
"Tienes razón, aún te amo"
Escribí el mensaje, lo envíe y espere su respuesta por horas.
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Omg ¡el primer capítulo narrado! ¿Les gustó?
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