Capítulo 3: La llegada

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Ya estamos en el avión y hay que esperar muchas horas. Yo aburrida, cogí un libro y me puse a leer un buen rato.
Pero Ashley estaba todo el rato quejándose y cuando se cansó se puso a hablar con sus amigos por el móvil hasta que nos dieron a todos comida.

Más tarde, el avión aterrizó y recogimos las maletas y ahí nos estaba esperando papá.
Papá nos llevó al hotel donde se quedó para pasar la noche y ahí empezamos a elegir una casa por internet.
Pero Ashley salió a dar un paseo, espero que no se pierda.
Más tarde, cuando elegimos la casa, yo cogí un diccionario y empezé a aprender el idioma.
Mi hermana llegó por la tarde, como lo suponía, se perdió.
Pero se las supo apañar sola para volver de vuelta al hotel.
Después de eso papá nos avisó de que había que bajar a cenar.
Cuando bajé había un montón de comida, si pudiera me lo comería todo. Pero al final comí arroz y ensalada y de postre fruta.
Ashley no quería comer, así que se quedó en su habitación.
Después de comer, fuimos a la habitación y dormimos, cuando amaneció me levanté y continué aprendiendo el idioma.
Al final solo me aprendí lo básico, pero algo es algo.

Más tarde se levantaron mis padres y entonces les pedí permiso para salir fuera.
Me costó convencerlos pero al final me dejaron. Así que salí y fui a comprar un mapa.
Entonces vi que había una playa cerca y fui hasta ahí.
Era muy temprano y no había nadie. Entonces me quité las converse y me acerqué al mar. Había muchas conchas, así que recogí algunas. Después de haberlas recogido las metí en la bolsa.
Luego me preparé para irme y apareció un chico que se chocó conmigo.

Él no dijo nada así que le grité:

-Oye.
-Oigo.- me contestó.

Ese niño es muy creído, llevaba una gorra, una camisa y pantalones pitillo y las mismas converse que yo. Creo que tenía la misma edad que Ashley.
Tomo nota: -no volver a ponerme las converse.

Luego me fui al hotel y luego veo a un chico igualito a Mike, me quedé de piedra.
Así que me acerqué y le pregunté:

-¿Nos conocemos?
-Para que yo sepa no, nunca te he visto por aquí.- me contestó.
-Lo siento, te confundí con otra persona.- dije disculpándose.
-No pasa nada.
-Adiós.- me despido.
-Adiós.

Entonces veo a Ashley que se me acerca y me pregunta:

-¿Lo conoces?
-No.- le digo lo más amable posible.
-¿Y por qué estabas hablando con él?
-Porque pensaba que era tu novio Mike.
-Corrigiendo, mi ex Mike.
-¿Habéis roto? ¿Por qué?- le pregunto preocupada.
-Sí, porque dijo que una relación a distancia no funcionaría.
-Cuanto lo siento.
-No hay porque sentirlo.- me dice amablemente.
-¿Te gustaría ir de compras conmigo?
-¿Me lo dices en serio? Por supuesto, siempre te vistes como un tío.
-Genial.
-Entonces nos vamos algún día a ver las tiendas de ropa.

Por primera vez me llevo bien con mi hermana, estoy muy contenta.

Al final compramos una casa y era muy grande y con piscina y todo.
Así que volvimos al hotel a recoger las maletas y volvimos con ellas en la nueva casa.

Luego cada uno se eligió su propia habitación y yo empecé a ordenar mi cuarto y a deshacer la maleta y poner toda mi ropa en el armario.

Mis padres salieron a comprar comida así que Ashley y yo nos quedamos solas en casa.

De pronto sonó el timbre. Ding dong...

Entonces Ashley abrió la puerta y aparecieron los vecinos con una tarta en la mano que nos daban la bienvenida.

Adivinen a quién vi.
Al chico creído con el que me tropecé esta mañana con sus padres.
Casi me desmayo al verlo.

Entonces subí a mi habitación sin que me vieran.

Ashley les dejó pasar y en ese momento mi hermana me llamó.

En ese momento quería que la tierra me tragara.

Tuve que bajar sí o sí.
Cuando bajé vi a mi hermana embobada mirándolo fijamente. Y cuando yo me acerqué a Ashley, el chico se sorprendió al verme y entonces me sonrió. Quería vomitar, pero me aguanté.

Cuando Ashley me dio la tarta me fui a la cocina y cogí el un plato y puse la tarta encima.
También cogí un cuchillo, tenedores y varios platos.
Cuando fui al comedor les ofrecí asiento y les corté un trozo de tarta y les di tenedores.

Todos empezamos a comer y hablamos y nos reímos, pero yo no me divertía mucho.

Cuando se fueron pegué un grito de alegría y Ashley se reía de mí.

Luego llegaron nuestros padres y les contamos lo que pasó cuando ellos se fueron.

Después de haberles dicho todo lo que pasó les di un trozo de tarta y yo empecé a poner la comida que habían comprado en su sitio.

Hoy ha sido un día muy largo, estaba agotada. Así que me fui a la cama temprano.

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