Todo ocurrió un frío sábado de invierno en el "Parque del amor", un lugar bastante particular para conocer a una persona, pero sucedió, lo conocí, el chico que con sólo una mirada ponía mi mundo de cabeza, aún no me lo creo... Es algo totalmente hermoso, nunca me había sentido así...
Aún recuerdo cómo sucedió todo, regresaba de la academia y pasé por allí de camino a casa, como todos los días, iba con audífonos y llevaba unos libros en la mano, justo ese día vi más parejas de lo normal, todas muy felices por supuesto, yo pensaba que el amor no estaba hecho para mí, por eso al verlos, ni me inmutaba y seguía mi camino; y fue entonces que nos cruzamos, él venía corriendo muy apresuradamente yo no lo había notado pues justo estaba escuchando mi canción favorita, entonces, él se chocó conmigo tirando mis libros, -¿Que ocurre contigo? Ten cuidado!-le dije molesta, él se disculpó conmigo y rió por mi reacción lo cual me enfureció aún más, así que recogí mis libros rápidamente para irme, pero él ya los había recogido, y al alzar mi rostro, lo vi... Quedé impresionada, y me reiteró sus disculpas, le dije que lo olvide que no había pasado nada, él aceptó, pero me invitó a comer algo como muestra de sus disculpas, yo no acepté, pues lo conocía recién, pero él insistió mucho, hasta que me convenció y accedí, de hecho no me arrepiento de haber aceptado, fue la tarde más maravillosa de todas, la pasé genial con él, no creí pasarla tan bien, pero sucedió y pude notar que el no dejaba de mirarme, lo cual me puso muy nerviosa, y como es característico de mí cuando estoy nerviosa, me puse muy roja, pidió la cuenta, pagamos y nos fuimos; había llegado la hora de irme a casa, ya se me había hecho muy tarde, no sabía qué cuento les iba a inventar a mis padres, entonces me despedí, él insistió en acompañarme, y bueno accedí, íbamos por el mismo camino y la verdad me agradaba estar en su compañía, coincidentemente, tomamos el mismo carro, pero yo bajé antes, pero en el transcurso del camino, él me preguntó si algún día nos volveríamos a ver, yo le dije que no lo sabía, que sólo el tiempo lo diría, y fue ahí donde él decidió armarse de valor y pedir mi número, yo no sabía si dárselo, por más que haya pasado una tarde con él, aún era un "extraño", pero mis sentimientos actuaron antes y le dí mi número, cuando él llegó a su casa, me llamó y pasamos horas de horas hablando por teléfono, nunca había pasado por algo similar, las cosas con él eran muy distintas.
Una semana después, me llamó para preguntarme si quería salir con él, pero lamentablemente tuve que rechazar pues tenía examen en la academia, pero aprendí que él no acepta un "no" por respuesta y me esperó con una rosa en el mismo lugar donde nos conocimos y a la misma hora, llegué casi a la misma hora que la primera vez y quedé asombrada al verlo ahí, parado, esperándome, nos saludamos y decidió acompañarme a mi casa.
Fueron pasando los meses, y nos íbamos conociendo cada vez más, nuestras salidas eran más seguidas y no faltaban las veces en las que él me esperaba con una rosa en aquel parque. Y llegó aquel día, ese que me hizo creer en el amor nuevamente... fue una tarde de esas en la que me esperaba que regrese de la academia, pero ese no fue un día cualquiera, ese día ocurrió... Me dió nuestro primer beso... me quedé helada, no supe como reaccionar, sólo sentía esas típicas mariposas en el estómago cuando uno está enamorado; luego de un rato, decidimos irnos, y estuve callada todo el camino, estaba muy nerviosa por lo que había ocurrido...
Al llegar a casa ví maletas en la puerta de mi casa, no entendía qué era lo que pasaba, así que entré rápidamente a mi casa y de inmediato le pregunté a mi mamá que ocurría, ella me dijo que teníamos que irnos del país, pedí explicaciones sin resultado alguno, sólo me dijeron que nos íbamos mañana en la noche, yo sólo pensaba en aquel chico, en lo lindo que habíamos construido, así que antes de irnos decidí llamarlo y pedirle que nos viéramos en el parque, él aceptó...
Llegué a su encuentro, le conté la noticia y me fui, no sin antes decirle lo que sentía, él me dijo que sentía lo mismo, y en ese momento sólo pensaba en morir, él era la primera persona de la cual sentí que me enamoré, así que con lágrimas en los ojos me fui, no soportaba verlo más, pues yo tenía que partir, corrí hasta mi casa y escribí una nota, luego salí y corrí hasta el puente más cercano, y grité -El amor no está hecho para mí"....