-Mike!!-Le grita Ethan desde el banco en el que se hallaba sentado.
-A, hola,-dice el chico.
-Todo bien?-Le pregunta Ethan a su mejor amigo mientras le da un golpe en la espalda.
-Si, y vos?-Mike.
-Bien, mira ahí vienen los demás.-Dijo el chico de la barba corta.
Al estar todos juntos, emprenden a caminar lentamente hacia la casa, entre charla, risas, canciones que los amigos iban cantando en el camino, el viaje se les hizo demasiado corto.
Ya en la casa, Luna y Alex deciden ir a comprar las pinturas que precisaban con la plata que obtuvieron de la venta de pasteles y cupcakes.
Los chicos quedaron recorriendo la casa de lado a lado,en la planta de arriba había una habitación que necesita muchos arreglos de electricidad y pintura.
En el fondo de la casa se hallaba una enorme cantidad de basura, trozos de muebles, heladeras, y muchos escombros. A lo que los chicos deciden llamar un contenedor para arrojar toda la suciedad de la casa. Ya todos en la casa se divide las tareas. Mike tendrá que reparar y colocar todos los vidrios de la casa, Alex Luna pintarían todas las habitaciones de la casa mientras que Ethan se encargaría de los temas de electricidad e Irwin de plomería. Nadie se quejo de sus tareas y comenzaron a trabajar .las chicas encendieron la netbook , la musica se apodero de la casa y aparentemente de Irwin que mientras reparaba un caño de la cocina el chico movía el trasero cual bailarina de burdel lo cual provoco que Alex le diera una nalgada y la automática risa de todos.
Ethan se hallaba en una habitación reparando un foco de luz mientras que Mike colocaba los vidrios de la ventana , ambos cantando y riendo de las idioteces que hacia el otro hasta que Ethan lanza un grito tal que pareció haber caído en una piscina de agua llena de hielo en pleno invierno. Mike se asusto pensando que había recibido una descarga,pero no, fue Luna que le pinceleo la espalda con pintura la cual estaba casi helada.
El chico alto que se hallaba sin remera al igual que los otros chicos volteo y la comenzó a perseguir por toda la casa y dela persecución se genero una guerra de pintura entre todos. Si puede sonar poco maduro y cosas que hacen niños de escuela pero que mas da si la diversión y las carcajadas mantienen viva esa amistad. La amistad, la felicidad,el cariño mutuo, la alegría de estar juntos era lo mas fuerte, duradero y resistente como jamas se vio.
Tirados en el suelo, exhaustos, pero felices deciden descansar para luego retomar el trabajo pero algo paso, de repente alguien golpea la puerta, a los amigos les pareció raro ya que en la casa no vivía nadie y ellos comenzaron ese día a arreglarla. Ethan se pone de pie y se dirige a la puerta. Al abrir la puerta Ethan selle vo una enorme sorpresa, la persona que había golpeado la puerta era el hombre que los observo por la ventana aquel día en el que irrumpieron en la casa donde hallaron la dirección de la anciana.Esa casa en la que tuvieron que salir por la ventana y saltar para escapar.
Ethan, al ver ese hombre alto, de tapado negro, de cara cuadrada al parecer de bastante masa muscular una mirada penetrante y una catarsis que corre por su mejilla a unos milímetros de llegar a su ojo izquierdo, se paralizo. El chico de 18 años, sin saber que decir pronuncia un hola tembloroso, a lo que el hombre con vos gruesa y firme responde igual que el chico.
Ethan procedió a cerrar la puerta,su susto era tal que no sabia que hacer, comenzó a retroceder mientras escuchaba que el hombre forzaba la puerta. Los chicos corrieron hacia Ethan y como en una película, la puerta se forzó tanto el hombre se quedo con ella en la mano. El extraño entro y coloco la puerta donde debía ir.Luego se quito el sombrero y el tapado quedando con un pantalón devestir y una remera muy ajustada que daba evidencia de que ese hombre usaba demasiado el gimnasio.
-Hola,que tal?, me presento:mi nombre es Sleid y necesito lo que me quitaron!-El hombre mientras hablaba caminaba de lado a lado recto con los brazos en su espalda, mostrando pecho y con la cabeza en alto, ante la atenta mirada de los chicos que se hallaban aun retrocediendo.
-Eh, hola, un gusto!, mire nosotros somos nuevos en la ciudad y no sabemos de que habla.-Hablo Ethan con un tono de sarcasmo.
-Miren niños no tengo mucho tiempo, los vengo siguiendo hace tiempo, y eran ustedes los que saltaron por la cornisa de la casa del periodista. No se que se llevaron pero se que es mio. Hablo Sleid.
-Espera no era tu casa?, entonces no es tuyo!- hablo Mike provocando que todos sus amigos lo miraran a el dándole a entender que había cometido un error.
-Jaajajajajaajaja, niño tonto! Ahora si denme la información.- Dijo Sleid riéndose y cambiando a una seriedad inmensa.
Ethan le vuelve a repetir que ellos no tienen nada. A lo que el hombre lo toma de el cuello, lo levanta dejándolo en el aire y lo lanza a una pared. El chico se pone de pie dándole la espalda al hombre e inconscientemente mostrando el tatuaje.
-Enserio?,jajaajaja esto va a ser mas divertido de lo que pensé -Dice Sleid riendo ce
el hombre cerro los ojos e casi inmediatamente comenzó a cambiar. Brotaba de su cuerpo un pelaje naranja y negro su estatura creció considerablemente. De sus manos comenzaron a crecer le garras y en su rostro unos dientes afilados un hocico enorme . La criatura era enorme, un tigre humanoide era majestuoso ese ser.
-Ahora si, va a ser divertido! Dijo el tigre mientras se sonaba los nudillos.
Ninguno de los chicos pudo llegar a la transformación pero tenían sus poderes.
Sleid tomo a Ethan nuevamente y lo puso contra la pared mientras el chico intentaba liberarse. El tigre sin esperarlo es estampido por Irwin arrojándolo unos metros.
Sleid se puso de pie y emitió un gruñido y corriendo se abalanzo sobre los amigos, los chicos se enfrentaron con mucho miedo a esta bestia pero no tenían opción y siguieron adelante.Luna lucho hasta agotarse y de un golpe es arrojada por los aires siendo desplomada fatalmente sobre el suelo. Ethan al ver que la chica que ama cae inconsciente, corrió a ella para hacerla reaccionar mientras Irwin, Alex y Mike golpeaban al tigre con todo lo que tenían a mano.
El cólera del chico era tal que el tigre no se imaginaba lo que le esperaba.