Me gustaba esa luz,me gustaba más que esta habitación fría.
Es verano,se está bien,pero aquella luz...era indescriptible, daba un calor acogedor.Familiar.Me incorporo en la cama,los médicos hablan,pero yo sigo pensando en aquella luz.
Intento recordar que es lo que a pasado,pero ningún recuerdo viene hacia mí.
Un coche,solo recuerdo un coche,supongo que habré tenido un accidente.
No hay nadie en la habitación.
¿A nadie le importo o qué?Ni familia,ni amigos,ni siquiera conocidos.
Quiero volver al campamento.
¿Y Blas?
¿Y Carlos?
¿Y Álvaro?
¿Y Dani?
¿Y...David?
Se suponía que a este último le interesaba.
Pues nada.
Volveré al campamento por mi misma.
Me levanté de la cama,tenía un camisón puesto.¿Y mi ropa?.
Busqué en los armarios hasta que la encontré.
Estaba llena de sangre.
Me la pondría igualmente.
Me metí en el baño a cambiarme, me quité el camisón y me vestí.
El reflejo del espejo era increíble, ¿tan malo fue el accidente?.
Parece como si me hubieran dado una paliza.
Y encima,no tenia maquillaje.
Salí a escondidas,con el camisón cogido para tapar la sangre.
Al parecer funcionó.
Regresé al campamento.
Fui directa a la cabaña y me las encontré hablando en la cama.
Mi cama.
-Hola.-saludé-
-Hola Lu.-sonrió Noe-
-¿Qué tal el paseo?.-preguntó Lucía-
¿Paseo?¿Qué paseo?.
-Acabo de regresar del hospital porque he tenido un accidente,¿y me preguntas eso?.-
-¿Accidente? ¿Qué accidente?.-pregunta Sara-
-Mirar mi ropa.-me señalé-
-¿Unas calzonas y tu camiseta abierta por los...lados?.-dijo Noe desconcertada-
-¿Cómo?No,no,¿y mi cara? ¿No está llena de cardenales?.-
-No que yo sepa.-respondió Lucía-
Esto es imposible,acabo de salir del hospital,no lo he soñado,era real.
Fui al baño corriendo,y en efecto...no tenía la misma ropa,ni estaba llena de sangre ni de cardenales.
Necesito una respuesta a esto.
Sé que no lo he soñado.