30 days without him.

Día 1 sin él.

      ▬ Hoy me despedí de ti, me llamarás cobarde por hacerlo a través de un mensaje, pero no soportaría que me vieras llorar, no otra vez, me prometí no volver a ser vulnerable frente a tus ojos, me sorprende que me hayas pedido quedarme, usualmente no suele importarte, pero esta vez no sería así, por primera vez durante todo el tiempo en el que nos conocemos tuve el valor de decirte lo que sentía, deberías haber visto tu rostro de confusión, y es que era tan evidente, ¿por qué no te habrías dado cuenta? sé que sólo me consideras tu mejor amiga, que jamás sentirías nada por mí, ni mucho menos me corresponderías, pero cariño, quisiera que por primera vez en tu vida te pusieras en mi lugar, ¿quién no se enamoraría de ti? solías esperarme a diario, si tan solo te hubiera dicho que amaba tu forma de sonreír, la forma en la que te molestabas y me retabas, tu costumbre de hacerme molestar por tonterías y luego simplemente darme un beso en la mejilla creyendo que eso solucionaría todo, lamento decirte que lo hacía. Cada vez que solía tenerte cerca sentía mi cuerpo desvanecerse entre tus brazos, porque sabías que amaba que me abrazarás por la espalda, que me dijeras que era tu pequeña, e incluso que me celarás, ¿por qué no habría de enamorarme de ti cuando eras así? si en los momentos en los que me sentía sola y desamparada tú estabas ahí, animándome a través de la distancia, sin mencionar tus arranques de madre preocupada cada vez que no te contestaba, maldición, quisiera cesar estas lagrimas que corren por mis mejillas mientras escribo esto, aunque vaya en vano, no he parado de pensar en ti, y me asusta la idea de perderte, aunque haya sido mi decisión alejarme, sé que te dije que fueras feliz con ella, pero en el fondo es lo que menos espero, aunque suene egoísta, quizá ella sea lo que siempre esperaste de mí, pero sabes que yo jamás he sido lo suficientemente cariñosa, a menos que quisieras esperar sentado como siempre en mi cama mientras yo acostada te escribía poemas, en donde en aquellos pedazos de papel sacaba verdades a relucir, donde en mi pequeña carpeta habían declaraciones y tu bromeabas y me preguntabas a quién me declararía, si hubieses sabido que eran para ti, que siempre lo fueron, que fueron poemas que nunca llegaron a su destinado, hoy mas que nunca te extraño, y quisiera que estuvieses aquí, conmigo.