caperucita escarlata (Parte I)

61 3 0
                                    

Mucho tiempo atrás, en un pueblo cerca del bosque vivía una niña junto a su madre. La pequeña se caracterizaba por usar siempre una caperuza roja que le había regalado su abuela, al punto que todos la apodaban "Caperucita". La abuela tenía con su nieta una fuerte y sana relación. Vivían a pocos kilómetros de distancia por lo que solían verse a menudo.

Una mañana, el leñador del pueblo llegó a la casa de Caperucita a entregar un reparto. Tocó la puerta y la niña abrió diciendo:

-Hola, señor Smith.

-buen día, Caperucita. ¿Está tu mami en casa?

-Si, señor. Está cocinando pan. Dijo que pase.

la niña, alegremente y danzando, lo invitó a pasar. Al llegar a la cocina, el señor Smith saludó a la madre de Caperucita.

-Hola, Juliet. Eso huele delicioso. ¿Estarán listos pronto?

-¡Oh! Hola, señor Smith- Respondió algo temerosa, Juliet- Pronto estarán listos.

-Juliet, te he dicho que me llames Charles. No hay que tener una relación fría... Y mucho menos si te traigo con que calentar las cosas. -La mujer rió de la broma y contestó:

-Es verdad, señor...eh, Lo siento... Charles. Has traído la leña.

-Si, Juliet. Pero no todo son buenas noticias. -El leñador se acarició el cuello y mirándola a los ojos terminó la frase -Hace unos meses no has pagado y me exigen la paga.

Juliet, se empalideció de pronto y tartamudeando llamó a su hija, le entregó una canasta con unos panes y una botella de vino y le ordenó que se lo llevara a su abuela. La niña se quejó:

-¿Por qué cada vez que el señor Smith viene yo debo ir a la casa de mi abuela?

-No discutas, hija. ¿Acaso no te gusta visitar a tu abuela?

-Me encanta visitarla pero...

-Nada de "pero". Vete ahora mismo, no quiero que vuelvas de noche. -La niña tomó la canasta, saludó a los adultos y se fue saltando y cantando.

La casa de su abuela estaba al otro lado del bosque, por lo que el único camino era a través de el. Si bien era algo sinuoso, el camino era tranquilo y la niña lo conocía bien. Ella cantaba por el bosque mientras su caperuza danzaba su melodía gracias a la brisa. Se internaba en el bosque con alegría hasta que de pronto, un lobo gris, grande y algo maltratado por la vida salvaje se presentó ante ella. Al principio la niña se asustó pero no era alguien que juzgue a primera vista por lo que decidió saludarlo:

-Hola, señor lobo ¿No le parece esta una mañana hermosa?

-Hola, niñita. Si, la mañana está... muy linda. Veo que llevas una canasta.

-Si, es para mi abuelita. Me llaman Caperucita, por cierto.

-Y ¿Qué llevas ahí dentro, Caperucita?

-Algo de pan y una botella de vino. A mi abuelita le gustan esas cosas aunque a mi no me gusta el vino, es demasiado feo. Lo probé una sola vez, por insistencia de mi abuela, pero no me gustó. Pero a ella le gusta mucho. Cuando lo toma se pone muy alegre... y algo extraña. Es graciosa pero solo por un rato. En cuanto al pan, si me gusta. Lo hace mi madre y lo comemos con...

-¡Basta ya, niña! ¿Es que no te callas nunca? -Caperucita, asustada por el grito, intentó razonar con el lobo.

-Señor lobo, no debería enojarse conmigo. Sin embargo reconozco que hablo mucho. Le pido disculpas por eso.

-Te perdonaré si me das algo de comida. -El animal se relamía los labios- ¿Qué te parece darme la mitad de la canasta?

-No creo que eso sea posible. Esto es para mi abuelita.

-Sólo será un pan y media botella de vino. No se dará cuenta. Vamos niñita, no he comido en días.

El lobo estaba muy maltratado debido a la falta de comida e higiene. Su pelaje se veía seco y en algunos lugares inexistente debido a las enfermedades que acarreaba. Sin embargo, la niña aun lo miraba como si estuviera viendo a un viejo amigo.

-Voy a tener que negarle lo que me propone. Discúlpeme.

-Entiendo. -Dijo dando un suspiro- Entonces tendré que quitarte toda la canasta.

El lobo se lanzó sobre la niña. Ambos cayeron y la bestia comenzó a forcejear la canasta con Caperucita. La niña, sumergida en un frenesí, pateó el estómago del lobo y aprovechó la oportunidad para escapar. Llorando se emergió en el bosque mientras el animal le juraba a gritos que la encontraría.

(La historia tendrá un desenlace en el capítulo 2).

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 16, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Alicia Y El Gato Y Otros ClásicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora