Carta 36

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-el mismo día-

-¿entonces?

-¿entonces qué?

-el secreto, ya sonó el timbre

-te lo tengo que decir en privado

-ok, ¿dónde?

-en el hueco, voy en un rato. Tengo que dejar algo en el loker- beso mi mejilla y, cuando ya no estaba en el aula, corrí hacia el hueco. Entre allí y no había nadie. ¿Qué me dirá? ¿Algo bueno? ¿Algo malo? ¿Y si dice que gusta de mi? Prefiero declararme yo, así que antes de que lo diga la besare. ¿Con qué agallas? Ok Thiago solo tienes que hacer lo siguiente: primero la vez llegar, segundo te acercas a ella, tercera espera a que diga las primeras palabras y por último la besas antes de que diga algo

Hade se tardo solo unos minutos para volver del loker. Minutos que parecieron horas. Me había asomado y la había visto venir caminando. Primer paso, echo. Segundo paso a la orden. Ella entró y me acerqué. Listo. Ahora el tercero y último

-bueno lo que te quería decir es que...- no la deje terminar y uno nuestros labios
Al principio vacilo un poco, estaba en shock, pero luego siguió el beso. Sentía miles de animales, o dinosaurios, en mi estomago. Sus manos fueron directamente a mi cabello y las mías a su cintura uniendo mi cuerpo contra el suyo. El beso se formó apasionado, cuando dejo que mi lengua entre en su boca, y sentí como ella quería subir su pierna a mi cintura. Tiró un poco de mi cabello. Pasó una mano por mi mejilla haciendo que el beso baje su velocidad y la alce un poco para que quedemos a la misma altura.
Nos quedamos sin aire. Nos vimos obligados a separarnos. Pero lo que hizo ella me sorprendió. Para mal. Se separó de mi cuerpo. Se cubrió la boca negando. Definitivamente no se me iba a declarar

Your daddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora