Prólogo

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Me encuentro una vez más sentada en mi escritorio,quebrándome la cabeza tratándo de hayar una respuesta al problema del viejo.

"Pobre Señor Jones"

Esta tarde hablaré con algúnos testígos que dícen haber estado relacionados (de alguna forma)con el incidente del viernes por la noche.

Todo el pueblo lo sabe.

Todo Nottingham lo sabe.

Todos lo sabemos,algunos más que otros. De forma indirecta.

Como yo...
por ejemplo.

Salió en todos los periódicos del pueblo y a sido el tema más hablado en toda la semana.

"El incidente en la casa de Gangsters
la noche del viernes donde 3 chicos menores de edad fuéron víctimas de la violencia"

Beck,mi compañero,me ha informádo sobre lo sucedído:
-Los chícos salieron a "divertírse"-simuló comillas con sus dedos- tu sabes? Como lo hacen los chícos de ahora.

Arqueé una ceja haciéndome la desentindída.

-y según tú como se divierten los chicos de ahora...

Beck se rascó la nuca con impaciencia.

Sonreí.

A veces me gusta hacerlo enojar.

-Tú sabes a lo que me refiéro Lu.
Alcohol. Fiestas.Se...

-basta!

Beck alzó ambas manos en son de paz.

-Hablaré con los testígos esta tarde.

-Después de la audiéncia en el juzgado?

-No. Antes. Primero debo saber si lo que me dicen coincíde con las declaraciones que hacen.

Sí sus palabras son ciertas, no veo la razón por la cuál se pongan nerviosos el tiempo que duré la sesión.

Beck se acarició el labio inferior con el pulgar y me miró fijamente.
-Esa es, una estrategia muy inteligente a decír verdad.

Sonreí con suficiencia.

-Y yo que creía que eras demasiado joven para trabajar en algo tan complicado como esto niña.

Me levanté de mi silla y caminé hacia la puerta del despacho.
-La edad no tiene nada que ver con la inteligencia compañero mío.

-Ya, dejemos todo este asunto y vayamos a comer algo-Beck tomó las llaves del despacho y salío tras de mí .

Cada vez que entro a la sala de Juicio me siento como una niña pequeña perdída en un centro comercial.Demasiado Asustada.

Pero es algo que he aprendído a controlar con el tiempo.sí,aún me sudan las palmas de las manos y mi carne se transforma en piel de gallina pero me he acostumbrado a ello.

Miéntras camíno erguída por el pasíllo lateral,noto como muchos de los presentes me miran con expectación.

Al llegar a mi lugar en la sala, siento una oleada de excitación que me recorre la espína dorsal.
Estoy emocionada y a la vez alarmada por lo que pueda ocurrír.

De cualquier forma,dejaré que esto siga su curso.

El juez entra en la sala y todos se ponen de pie,cuál feligreses en una iglesia.

MR.JONES |Bugg|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora