Gritas. Gritas hasta quedarte sin voz, sin aire, sin palabras, gritas hasta que olvidas los motivos, los "por qué" y las excusas. Gritas tanto que ni te aguantas, ni te soportas. Gritas hasta desaparecer.
Lloras. Lloras hasta que las lágrimas te queman, tu cara se pone roja de rabia, tus ojos se hinchan dejando ver la impotencia y la desesperación. Lloras tanto que olvidas los motivos, pero no paras, no puedes parar. Lloras hasta que las lágrimas forman surcos en tu cara, lloras tanto que duele. Lloras hasta desaparecer.
Buscas. Buscas preguntas sin respuesta, buscas intentando encontrar cualquier cosa que te haga sentir bien, buscas intentando encontrar algo que no existe, buscas hasta perderte, hasta que olvidas qué estás buscando y por qué lo estás buscando. Buscas hasta desaparecer.
Sangras. Sangras por dentro, sangran tus ideas, tus ilusiones y tus esperanzas, sangras tanto que ya nada ni nadie te importa, sangras de rabia y de impotencia. Sangras de dolor.
Desapareces.