Faltaban pocos días para que Marzo terminara , me encontraba en mi habitación , aquel espacio pequeño pero acogedor , el cual amaba.
Era un día normal , uno de aquellos en los que mi estado emocional no era el mejor.
Navegaba por una de las Redes Sociales más famosas del siglo XXI : " Facebook".
Hacía lo que todos , likea , comentar y compartir post divertidos oh depresivos, en fin con cualquiera de ellos buscaba llenar aquel vacío que mi corazón poseía.
Solía conversar con algunas personas, realmente lo intentaba pero los resultados eran siempre los mismos , alguna de las partes terminaba ignorando al otro.
Era difícil encontrar a alguien de mi edad con quien hablar amenamente sobre un tema de mi real interés , casi imposible diría yo.
El aburrimiento me invadió y decidí enviarle un mensaje a alguien que no era de mi agrado , no sabía como él lo tomaría , ni mucho menos su respuesta , pero lo hice y no pregunten por qué , por que ni yo lo sé.
-El mensaje decía:
"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. "
1 Corintios 13:4-6
Sí , le envié un pasaje bíblico , rayos es que no se me ocurría que escribirle.
Después de todo con aquel señorito compartíamos la misma fe , no por nada se llamaba José.
