Young Forever *[SeXing/Kray]

Born Singer

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Me duele el cuerpo, mis ojos pesan y mi coordinación es la de un ebrio. Me siento mal.

No estoy enfermo pero me siento mal. JongIn estuvo todo el rato a mi lado temiendo que volviera a desmayarme, si no fuera por el no habría llegado completo a su casa.

Porque si, es al único que le permito ver mi debilidad. Me ha demostrado que se merece mi completa confianza y que soy digno de la suya. JongIn es mi ángel en muchos sentidos.

También es el único que me defiende cuando JunMyeon me ataca con sus comentarios despectivos o me empuja, él dijo que es capaz de romperle la cara en pedacitos perfectos si llega a lastimarme. Me hace reír cuando mi familia me pone triste y se encarga de que siempre sepa que aún hay personas que me quieren. El y su novio KyungSoo.

KyungSoo me cae muy bien, es un chico muy inteligente y fuerte. No deja que nadie lo intimide o lo haga sentir menos por su estatura o rasgos bonitos. Lo admiro.

Me pidió que le llamara D.O y que solo personas especiales para el podían llamarlo así. Kai le dice dodo y amor y KyungSoo siempre se sonroja. El chico de labios de corazón dice que si pudiera me estaría abrazando todo el día o estrujaría mis mejillas hasta ponerlas moradas. El no necesita amenazar con golpearte, el simplemente te golpea sin avisar o te mira con esos ojos que según los demás, advierten tu muerte si sigues jodiendole.

También esta YiFan, el amigo de SuHo. Los demás le llaman Kris pero su nombre real es YiFan.

Es cuatro años mayor que yo (igual que mi hermano) y es el único de sus amigos que no se burla de mí o participa en los insultos. Es demasiado alto y casi nunca sonríe pero es muy amable, cálido y protector. Desde que era pequeño me ha dejado ver su sonrisa y la torpeza que tiene de vez en cuando al intentar verse cool. Kris hyung es importante y preciado para mí.

Aunque... desde que cumplí 16 años ha estado evitándome un poco; ya no me toma la mano como antes o me abraza. Casi ni me toca y ya va un año así. Quizás JunMyeon por fin logro que me odiara.

Al final te abandonan ¿no?...

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Estoy cansado de nuevo. La práctica de baile fue muy extensa y el profesor Yunho es muy exigente y estricto. JongIn no pudo venir hoy así que me toca regresarme solo.

Había mencionado que la música es mi fuente de salida; mi salvación.

Bailo.

Encontré una salida y un beneficio en el baile: me siento a gusto conmigo mismo.

Mi cuerpo, mi mente, mi corazón, mi alma y mis sentimientos se fusionan con la música y el baile. Soy capaz de sonreír aunque este agotado de tanto bailar. Es mi pasión y mi energía. Bailar es mi conexión a la realidad.

O lo era. Hasta que él apareció.

Recuerdo que fue un día triste... un día que no me espere. No tienes idea de lo difícil que es hablar ahora. No tienes idea y no quiero que la tengas...

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YiXing pidió su tercer cerveza en la noche y volvió a esquivar la mirada preocupada que el bar tender le dio al cabo de la segunda. El hyung de cabello naranja y ojos grandes y alargados lo miraba con pena y con las ganas de decirle algo atoradas en la garganta.

El castaño no se veía ni estaba nada bien. El golpe en su pálida mejilla, los ojos llorosos y los diminutos rastros de lluvia sobre su ropa y cabello lo confirmaban. Pero YiXing no quería la lastima de nadie, era suficiente con la propia, estaba devastado y había visto como el alcohol hacia olvidar los problemas.

—el alcohol no elimina los problemas... solo los disfraza. Una vez se te pase volverán con ganas. —había susurrado el bartender pasándole un pañuelo para sus lágrimas. Ni siquiera sabía en qué momento había empezado a llorar. —puedo imaginarme que estas muy herido pero no te hagas daño de esta manera.

YiXing solo negó y volteo la cabeza cuando el mayor intento tomar su rostro para limpiar sus lágrimas. El pelinaranja no volvió a intentar tocarlo pero si le dedico una sonrisa consoladora. Se retiró a seguir atendiendo y el castaño se entregó a la nueva cerveza que no debería estar tomando por su edad.

Las lágrimas se detuvieron dándole paso a los mareos propios de una borrachera, su resistencia al alcohol era nula y su cuerpo débil para soportarla. Recargo los brazos sobre la barra y observo las gotas de agua que se deslizaban por la botella, quizás los mareos cederían después de un rato. Mala idea.

Media hora después solo estaba más mareado.

A lo lejos, un alto y atractivo chico caminaba a paso seguro directo a la barra. Su ceño fruncido alejaba a la gente que intento acercarse por su gran atractivo. Pidió una cerveza y paseo los ojos por el lugar. En la barra solo estaban dos personas contándolo, extraño para la hora y el lugar.

Miro extrañado al castaño que meneaba una botella de cerveza mientras miraba a la nada. Sus balbuceos le causaron gracia y su chino mezclado con coreano le hizo soltar una risa. Al parecer se quejaba de un hombre tan alto como una torre de satélite, ojos brillantes, sonrisa corta pero contagiosa y un gran cuerpo. O eso entendió.

Saco un cigarrillo y ordeno una cerveza. El ambiente era bueno y era justo lo que buscaba.

El bartender le dejo la cerveza con una sonrisa y de inmediato avanzo hasta el muchacho de cabello oscuro que seguía balbuceando en dos idiomas. El mayor poso su mano en la cabeza del chico y murmuro algunas cosas en un perfecto mandarín que lo descoloco; MinSeok era coreano.

Los observo de reojo dándole un trago a su cerveza y soltó una risa muda cuando el desconocido rechazo a MinSeok haciendo unos pucheros graciosos. El pelinaranja le apretó las mejillas y le dejo un palito de chocolate antes de volver a sus labores.

El azabache comió el dulce meneando las manos con más incoherencias bilingües y gestos graciosos. El rubio encontró mayor interés en el muchacho que además de notarse menor que el, hablaba en dos idiomas y meneaba la botella vacía de alcohol que en el lugar en sí. Termino su segundo cigarrillo cuando el joven dejo de hablar y aparto las botellas de vidrio.

Dirigió su mirada hacia al chico de ropa oscura y lo vio ladear la cabeza y acostarla en sus brazos. Entonces noto el horrible golpe que estaba en su mejilla y la sangre que había en su labio producto del impacto. No le quiso dar importancia más allá de que era un chico que se había metido en una pelea con un hombre de casi dos metros con tendencia a repetir "no es mi estilo".

Inclusive volvió a reírse cuando el azabache balbuceo de nuevo acerca de un tercero y lo imbécil que había sido al decir que el pollo frito era lo mejor del mundo antes que los unicornios. Siguió riendo hasta que el muchacho comenzó a llorar.

—FanFan...— jadeo mordiéndose los labios para que nadie escuchara su llanto por sobre la estruendosa música. Aunque era inútil, el movimiento de sus hombros y su rostro lo delataban.

De repente, SeHun se sentido muy mal.