Hay veces en las que sentís que tu vida te harta, sentís que lo que haces para llegar a ese objetivo que tanto deseabas pierde el sentido, que te estresa hasta lo que antes era lo que te animaba a seguir..
Ya sea porque tengas demasiados problemas en tu vida, por una decepción amorosa, por una familia rota o en discordia, porque te sentís mal con tu cuerpo, porque te va mal en la escuela o trabajo o en tu ámbito social, no importa el motivo, siempre va a haber algo que opaca tu deseo de superación.
Así es como me siento hoy, pérdida, sola, frustrada y agotada.
Me propuse empezar a escribir este diario porque mi mamá me dijo que necesitaba un psicólogo y la idea de contarle mi vida a un desconocido no es de mi agrado, (pensar que en algún momento de mi adolescencia quise ser psicóloga...) además no quiero que me den respuestas automáticas. No me arriesgo. Creo un diario y escribo lo que quiera sin tener miedo a que alguien me critique.
Los diarios siempre me parecieron terapéuticos, escribes y escribes sin esperar consejos ni automáticas respuestas de consuelo. Eso es lo que necesito. Golpear, golpear sin tener miedo ni al golpe que me devuelvan ni al miedo del que puedo darle a un inocente.