Viernes 11 de marzo, 2016
Aniversario de Jace y Maddie, un año juntos
Estaba emocionada, de verdad lo estaba. Ese mismo cumplíamos un años juntos, y ya no importaban las peleas, ya no importaba otra cosa. Debían ser las 9 p.m cuando paso por mi, cuando saludó a mamá, papá y le choco los cinco a Daniel, todo parecía perfecto sentados en aquella sala de estar, hablando, riendo, sin ninguna otra preocupación que nuestra felicidad. El lo sabía, sabía que todo iría de maravilla esa noche.
Se hicieron las 10 p.m cuando salímos la puerta, sonriendonos el uno al otro, tomados de la mano...el con su traje clasico blanco y negro, y yo, con aquel vestido carmesí que luego descansaría en lo más profundo de mi armario plagado de recuerdos con aroma a tristeza, cigarrillos y vasos de licor. Pero lo que importaba ese dia era el presente, eso, en realidad es lo que importaba todos los dias, vivir nuestro presente y mira si no lo hemos vivido. Me llevó a mi restaurante favorito, me regaló rosas y me sonrió como quien promete un futuro y lo sella con pacto de sangre, lastima que ese futuro solo duro hasta las 3:30 a.m, luego de algunas copas, en aquel auto que nos robó todos nuestros para siempres.
A esa hora uno no se imagina lo que puede pasar, y menos en el estado en que se encontraba. Le había advertido, pero Jace no era de esas personas que te escuchan a la primera, sino que era de esas que luego de hacer desastres y dejar el mundo patas arriba te decía que tenías razón, la terquedad en su estado puro...pero aun así lo amaba, lo amaba hasta que me dolía. Ahora, eran las 4 a.m y ahí me encontraba yo, enamorandome con la tristeza mas profunda, viendo a Jace respirando por ultima vez, sintiendome impotente. Un camión nos chocó de costado cuando nos correspondía pasar a nosotros, el impacto había pegado en su ventana causando asi un derrame, llevandose el alma de Jace Dawson de mi lado solo en unos segundos.
Lunes.
No iba a salir de aquella habitación sumida en la oscuridad, pero el deber de ir a su funeral me llamaba. Las ojeras se apoderaban de mis ojos, y la desesperación de todo mi ser, el rojo cereza de mis labios se había ido dejando paso a un bordo vino, los colores pastel se escaparon de mi armario dandole permiso a las ropas oscuras a entrar, ¿Y yo? Bueno, en solo unos dias, el alcohol y los cigarrillos se volvieron mis mejores amigos, el telefonó sonaba pero no iba a contestar por supuesto que no, yo estaba igual que él. Estaba muerta.
Cuando llegué al cementerio ya estaban bajando el ataud que contenía su cuerpo sin vida, claro, había llegado tarde aproposito para no verlo y llenarme de culpa, había llegado tarde pero no verlo allí con sus ojos cerrados y sus 19 años borrados, para no verlo palído ni para acordarme de aquella noche, porque creanme, esa noche sentí hasta como los demonios del mas profundo infierno se burlaban de mi desgracia.
Necesitaba revivir yo misma para poder afrontar eso, necesitaba algo, necesitaba sanar.
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A hospital for souls
Teen Fiction''She lost him, but found herself'' Esa era la triste historia de Maddie Rogers, y todo comenzó el dia en que perdió a Jace Dawson, el dia que se perdió si misma y el dia que se volvió a encontrar. Ella estaba rota, estaba hundida, y como todos sabe...