Aquella mañana de otoño te vi por vezprimera. Estabas junto al cristal, con tus ojos posados en el follajereseco. Contemplativa y fascinante, musa inspiradora de mis letras,por tus rizos dorados caen en espiral los deseos mas puros.
Corta es mi vida para poderdescribir tu belleza, y escaso mi vocabulario para explicar tupresencia. Dulce criatura salida del mas dulce de todos los sueño,como quisiera haber sido yo el dichoso de tu creación para celartedel mundo.
Figura delicada y mirada salvaje,fruto maestro de la naturaleza y el cosmos que, en sus momentos maslúgubres, se ilumina con tu alma, tan brillante y abrigadora. Aquípodría estar por tiempo indefinido pues, la tarea de alabarte causaen mi sosiego y placer, sensaciones de las que nunca podríadesprenderme por propia decisión. Mas el tiempo tirano todo loarrasa y mis letras acabaran en las arenas del olvido, reducidas yenterradas. Solo espero que, sobre la marcha del progreso, todos sedetengan un momento para entender que, en un mundo lleno de amarguray desdicha, cuentan con los rizos dorados de mis sueños.
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Rizos Dorados
PoetryCuando camines por la vereda y tu aliento se convierta en vapor frente a tus ojos, no sera por causa del frio, sino que ella te robó el aliento...