Dí un brinco al escuchar el sonido de la alarma. -"No puedo llegar tarde al trabajo."- me dije a mi misma y salí de mi cuarto hacia la cocina, para hacer mi taza de café. Mientras se hace el café me doy un baño y me pongo mi atuendo. Tomo todos mis bultos y mi taza de café para dirigirme al trabajo. -"Odio los tapones en la mañana..."- me digo mientras escucho a los autos tocar la bocina. Miro el reloj y me relajo un poco, porque aún estoy a tiempo. Enciendo la radio con el propósito de buscar música y despejarme del estrés que me causa el tapón. -"Hey Jude! Don't make it bad. take a sad song and make it better..."-. ¡Perfecto! ¡Amo a los Beatles! Comienzo a cantar mientras escucho la música y mientras lentamente muevo mi auto hasta llegar a mi trabajo.Subo en el acsensor hasta llegar al quinto nivel... "Las voces deportivas". Tiene por nombre. En este nivel estamos todos los periodistas y publicistas acargo del tema de deportes para la revista. Al llegar a mi oficina, la misma secretaria de ayer, la modelo, me da un papelito.
-"Es del Señor Cummings."- aclara y se va tan rápido, que no pude agradecerle.
Leo el papel. Me está citando para que pase por su oficina a las nueve y treinta de la mañana. Aún son las ocho y cuarentitrés de la mañana, acomodo todo en mi oficina. Saco mi computadora portátil del bulto, la pongo encima del escritorio y la enciendo. Busco en mi correo electrónico y no tengo nada para hoy. ¡Qué extraño! Salgo de mi oficina y me dirijo hacia la oficina del señor Collazo. Toco la puerta ya que esta cerrada su oficina.
-"¡Adelante!"- dice una voz masculina muy intensa. Abro la puerta y entro. -"¡Ah, señorita Miles! ¿En qué le puedo servir?"- Me dice con la misma sonrisa de ayer.
-"¡Buenos días, señor Collazo! Es que verifique mi correo electrónico y no me aparece ningún trabajo para hoy... ¿Sabrá usted si algo sucedió?"- le explico mi curiosidad.
-"Tenía que analizar un juego de tenis de mesa colegial, pero es a la misma hora que ha sido citada. El señor Cummings me dió la tarea a mí. Yo iré a verlo y le traeré un vídeo y apuntes. Usted escribirá la noticia."- me aclaró mi pregunta. Aunque me surgieron muchas otras. ¿El señor Cummings no es publicista? El no puede hacer estos cambios. Al menos que no sea solo un publicista. De cualquier manera. Mi trabajo es obediencia y tengo que hacer lo que se me pide. -"Por favor, entrégame las notas lo más pronto posible. ¡Muchas gracias, señor Collazo!"-. Digo mientras él se levanta para despedirse.
-"Denada y por favor, llámeme Matthew. No soy mas que un simple secretario."- me dice mientras me muestra una enorme sonrisa.
-"Cualquier trabajo es honrrable."- le respondo con una sonrisa mientras salgo de la oficina. Camino hacia la mía y me fijo en la hora. Las nueve y quince de la mañana. Faltan quince minutos para mi reunión con el publicista... Paso cinco minutos cotejando mi correo pero no encuentro nada. Me levanto y me dirijo hacia la máquina de café. Me preparo un café y luego camino a la oficina del señor Cummings. -"¡Adelante!"- dice una voz proveniente de mis espaldas. Me asusto y me volteo a mirar. -"Puede entrar a mi oficina. ¿Quiere una invitación?"- el señor publicista me dice con actitud asqueante. Me abre la puerta y me hace señal para que entre. Por lo menos es caballeroso.
-"¡Buenos días, señor!"- le digo mientras entro y espero a que el entre. -"¡Buenos días, señorita Miles!"- se dirige a mi mientras entra, cierra la puerta y va hacia su asiento. -"Le dije a su secretario que la asistiera durante el día de hoy."- me dice mientras busca en sus gavetas.
-"Tome asiento, me asistirá usted, durante todo el día."- me siento, pero no entiendo a qué se refiere. -"¡Ajá, aquí está!"- dice mientras saca un papel de un sobre. -"Esta usted muy callada hoy... ¿En qué piensa?"- me pregunta.
-"En nada, señor."- le respondo. Se me queda mirando por unos segundos como si tratara de decifrar mi mirada. Luego saca un papel y un bolígrafo y me los entrega. -"Necesito que lo firme, señorita Miles."- me dice mientras los tomo.
-"¿Qué es esto?"- le pregunto mientras comienzo a leerlo.
-"No es nada solo un documento el cual estipula..."- lo interrumpo.
-"¿¡Un documento que me prohibe hablar sobre mi trabajo!? ¿¡Acaso no es suficiente con mi palabra!?"- digo alterada.
-"Tengo que tomar estas medidas por el bien de la compañía."- me dice tratando de calmarme.
-"¿Y que hay por mi bien? ¡Esto es machismo! Estamos en el siglo XXI, a nadie le importa si la columa deportiva la escribe un hombre o una mujer."- contesto tratanto de defender mi punto y sigo leyendo el documento tratando de mostrar irrelevancia a lo que me dice.
-"Valeria, su primera columna dió excelente resultado. Las críticas fueron muy buenas y llamó la atención a muchos lectores. Ahora, no quisiera tener que despedirte porque has traído buenos resultados en muy poco tiempo. A los hombres nos importa quien escribe sobre los deportes, porque sí, muchos somos machistas. Ahora, por favor toma una buena decisión y firma. La columna tendrá tus iniciales. Sigue siendo tuya. Solo estará oculta a los lectores."- me explica, lo escucho, aunque continúo mirando el papel y encuentro un dato muy extraño. Él no es solamente publicista, es CEO de la compañía e hijo del famoso James Cummings, empresario y dueño de esta empresa y muchas otras. Eso explica mucho. Mientras el seguía hablando tomé el bolígrafo y antes de firmar le dije:
-"El documento no dice nada acerca de negociaciones... Si le fue tan bien con mi artículo y quiere que acceda a firmar el documento, para proceder a hacer un trabajo del cual debo mentir a toda mi familia y celebrarlo conmigo misma porque no le puedo decir ni a mi hermana. Le pido un aumento de sueldo de $7,500 a $9,500.00 mensuales y el estacionamiento gratis."- le digo con seguridad y el analiza mi propuesta.
-"¡Hecho!"- me dice y yo le interrumpo.
-"No he terminado, quiero que se me reserve un asiento VIP en todos los juegos que tenga que asistir, con todo incluido."- le digo y él suelta una carcajada.
-"¿Se aprovecha de mí? Le proveo el asiento VIP, nada más."- me responde, pero yo tomo la palabra.
-"Asiento VIP con comidas y bebidas."- le contesto con seriedad.
-"Asiento VIP con comidas y bebidas NO alcohólicas."- me responde a mi propuesta.
-"¡Trato hecho!"- le respondo. Tomo el bolígrafo, escribo en la parte de atrás la negociación y la firmo. -"¿Puede firmar la negociación usted? Quiero que el documento estipule que ambos llegamos a este acuerdo."- le digo, mientras le paso el papel y el bolígrafo. Él suelta otra carcajada.
-"Es usted una mujer muy lista y difícil de complacer, señorita Miles."- me dice mientras firma y yo sonrío ante sus palabras.
-"Mi padre solía decírmelo."- le digo, mientras pienso sobre mi familia.
-"Estaba en lo correcto."- me contesta y me sonríe. -"Bueno, señorita Miles. Desde el próximo mes recibirá el sueldo de $9,500.00 mensuales. Desde ahora será efectivo su estacionamiento gratis y su asiento VIP con comidas y bebidas NO alcohólicas gratis. ¿Entendido?"- me dice entregándome un boleto para el estacionamiento y un collarín con una tarjeta VIP, colgando del mismo.
-"¡Muchas gracias!"- respondo mientras me levanto para retirarme.
-"Señorita Miles... ¿A dónde se dirige?"- me pregunta.
-"A mi oficina."- le respondo.
-"¿Acaso olvidó que me asistirá durante todo el día? No se preocupe por su trabajo, tiene hasta mañana a las cinco de la tarde para entregarlo."- me dice y vuelvo a sentarme.
-"¿Qué necesita de mí?"- le pregunto mientras él escribe en el computador. Me mira y me entrega una montaña de papeles.
- Organiza estos artículos por deporte. Luego toma estos cartapacios, guárdalos e identifícalos por deporte."- me dice sus instrucciones. Y así me tuvo trabajando como secretaria todo el día.
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Las voces.
RomanceValeria es una periodista recién graduada. Recibe la oportunidad de escribir una columna en la revista "Voices". Todo surge como lo planeado, hasta que se topa con el publicista de la revista, el que le hace la vida imposible. Ella nunca se da por v...