Parte I

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Actualidad - 2016

Miraba como las hojas se movían de un lado a otro, agarrándose con fuerza de las ramas, pinte una linea con el lápiz negro, y volví a gruñir; llevaba más de una hora intentando dibujar, pero nada.

Me recosté contra uno de los árboles; ya no eran tan constantes los dolores de cabeza pero de vez en cuando sentía latir con fuerza algo ahí dentro, era desesperante.

Hace tres años logre que mis Padres me concedan dejar de ir al grupo de apoyo, en esos años puedo decir que no me sirvieron de nada, era una tortura, me sentía un bicho, un bicho que ni si quiera encajaba con los demás raros de la sociedad, era el desecho del desecho de la sociedad, y solo me hacia peor, lo único que no me dejaron fue abandonar la psicóloga, según ellos, necesitaba hablar, y fue con ella que aprendí que me gusta pintar, no lo sabia; antes entre clases de atletismo, fiestas los viernes, happy moments los sábado por las noches, Brunch los domingos por la mañana y jugar tenis por la tarde, no tenía tiempo, ahora necesito cosas para llenar tanto tiempo vacío.

Termine el Instituto antes de lo que debía, después de esa noche, simplemente se me hizo imposible volver a juntarme con alguien y ver en los ojos de todos la pena, el terror, y la incomodidad, no hable por seis meses, si hablaba significaba que estaba lista apara ir con la policía a declarar, y si declaraba tenia que volver a revivir todo, y eso simplemente no estaba en discusión, después de todo no se me hizo tan difícil guardar silencio, fue así como perdí a todos, o como les obligue a abandonarme.

Empece las clases libres, el no hablar, el no tener en absoluto vida social, ayudo para que me graduara antes, un año antes para ser exactos, ahora solo dibujaba buscando que hacer con mi vida, no sabia para donde despegar, tenia 20 y no sabia aun que quería hacer, solo sabia que necesitaba irme lejos, de nuevo; cuando todo paso, suplique que nos fuéramos pero a mis Padres le dijeron que no era lo correcto, que con eso solo aprendería a correr cuando todo se pone mal y eso afectara a mi recuperación, aunque ya no veía a mis compañeros en el colegio, no podía salir al parque sin encontrarme a alguien que me conocía, a alguien que sabia más de lo que realmente paso esa noche, me sentía juzgada, me sentía expuesta.

Hace un año logre que nos mudáramos, mi Padre consiguió un asenso y se cambio a la empresa que esta aquí en California, hice mi no vida aquí hace solo un año, desde entonces, pero necesitaba volar lejos de Olivia y Jared, se que soy un recordatorio constante de su sufrimiento, mi rostro entero es la daga día a día de Olivia, y eso me pesa más que nada.

Escuche gritos y risas, voltee, un grupo grande de hombres entro en medio del campo, cinco chicas detrás de ellos sonriendo y viendo como ellos se preparaban para jugar lo que parecía rugby; una pareja llegando después abrazados y bromeando entre sí, un beso apasionado y los gritos y risas molestando a la pareja, ellos ríen y se separan no sin antes volver a sonreírse; la nostalgia golpeo mi pecho, por que nunca más volvería a pasa por eso, me era imposible volver a querer a mi propia familia, y mucho menos a otras personas, simplemente mi chip de sentimiento se quemo, se fundió.

Aprieto el cuaderno contra mi pecho, y veo como juegan y ríen, todos parecen amigos, todos parecen tan normales, pero aprendí a que las personas más normales tienen demonios, demonios que si te los guardas y los alimentas un día simplemente terminan por devorarte y dejas de ser tu.

Estaba tan concentrada que no me di cuenta que llevaba mirando bastante tiempo a uno de los chicos del campo, el me estaba mirando fijamente, aparto la vista, me levanto y sacudo el pasto de mi jeans, agarro mis cosas y no se porque simplemente lo hago, miro al campo de nuevo por una ultima vez, y ahí esta él aun mirando hacia mi, el balón vuela a su rostro y sus amigos se ríen el empuja al chico que le lanzo el balón aun sonriendo me mira, me quedo con eso, es la primera vez que alguien me sonríe sin parecer incomodo, es la primera vez que alguien me sonríe simplemente de verdad, mi corazón late ante el reconocimiento, así que escapo, sentir algo es bastante malo, prefería quedarme así

Entre al comedor y el aroma a chocolate me recibió; Olivia era de esas madres amorosas, de las que reciben a sus maridos con la cena caliente y acuesta a sus hijos con un beso en la frente, y no se va hasta asegurarse de que el monstruo se vaya del closet.

-Beth - Me saluda cambiando su atención del horno a mi- te retasaste

-Pase por el parque antes -me encogí de hombros

Me miro por un tiempo, como siempre lo hacia, como si analizara mis facciones, imaginando quizá como se vería ella ahora si aun estuviera aquí

-La comida esta lista y estoy preparando un pastel, sabes que a tu Padre le encanta el de chocolate -su sonrisa no llegaba a los ojos, solo asentí

Mañana se cumpliría 6 años, sabía que quería olvidarlo, Olivia era como las aguas claras, aunque no quisiera era tan fácil de leer.

-Me voy a recostar un momento, la charla con Jessica...-suspire- fue difícil

Ella solo asintió y volvió a lo que estaba haciendo.

Subí las escaleras pasando por los cuadros de paisajes que reemplazaron las fotos familiares que alguna vez llenaron las paredes de nuestro "hogar", mi habitación no era sino hasta el fondo del pasillo, abrí la puerta de madera blanca, sin darme cuenta de que no respiraba solté aire, esta era mi cueva, el único lugar donde me sentía yo, los dibujos que hice en todos estos años de tratamiento llenaban mis paredes, no había fotos, no había maquillaje ni si quiera ropa regada por todos lados, sino frascos de pinturas y pinceles, lápices de carbón y papeles, desde blanco, gris, negro, rosado, verde; me recosté y mire al techo donde un marca de pintura azul me saludaba, lo tenía en la antigua casa, yo era tan ordenada, y ella era tan relajada que lo hizo para molestar, entonces yo agregue una estrella, una pequeña estrella pintada con bolígrafo rosado al costado de la cabecera de su cama, no se porque lo traje hasta aquí, nadie lo sabía, ni si quiera Jessica, pero hay noches donde solo me acuesto y miro esa mancha azul, solo la miro sin pensar en nada, antes rogaba, hubo tantas noches donde rogué al cielo que se vaya el dolor, hasta que un día me canse de rogar al viento y lo deje.


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⏰ Última actualización: Jun 16, 2016 ⏰

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