Capitulo único.

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Me duele. Me duele verles caminar de la mano. Me duele verles besarse por los pasillos. Me duele cuando se ponen empalagosos delante mio. Pero sobretodo, me duele cuando veo que hacen el amor...
¿Por qué de entre todas las Moroi de la Academia St.Vladimir tuvo que elegir a mi mejor amiga? ¿Por qué?
Se que es algo malo desear al novio de la que consideras tu hermana, pero es algo que no puedo evitar, solo pienso en que si desde el principio hubiera tenido el valor para declararme, ahora no estaríamos así, podría ser yo la que estuviera en el lugar de Lissa, pero como siempre, la puse a ella por delante, ella va primero. Me estoy preparando para ser su guardiana cuando me gradúe, ya que por nuestra conexión soy yo la mas indicada, pero se que me sera imposible soportar el dolor que siento cuando les veo juntos.
-¿Rose? ¿Estas bien?- es Lissa, o princesa Vasilisa, como la llaman muchos.
-Si, Lissa, ¿por qué?
-Llevas un rato ida, ¿seguro que estas bien?
-Si, estaba pensando en tonterías. Oye, tengo entrenamiento con Dimitri, y llego tarde, nos vemos después de la cena, ¿vale?
-Esta bien.
Todo hablado, no le puedo contar a Lissa el porque de que este así, no le puedo confesar mis sentimientos hacia Christian, ella, su protección y su felicidad siempre van primero, es mi deber como guardiana, aunque muchos todavía crean que no sé lo que ese signifique, y eso que ya tengo dos marcar molnija, por los strigoi que mate para poder salvar a mis amigos, eso si, se que no lo hubiera conseguido sin la ayuda de Ozera. Aun recuerdo cuando acerco sus suaves labios a mi cuello, me mordió ligeramente con sus colmillos y movió suavemente su lenga contra mi cuello, como un retorcido beso, aunque gracias a eso salvamos nuestras vidas.
Ya había llegado al gimnasio y ni cuenta me habia dado, si es que cuando me meto en mis pensamientos...
-Roza, hoy estas ida, ¿te pasa algo?- otro, ¿pero tanto se me nota?
-No, Dimitri, no, simplemente estoy cansada.-Con eso continuamos el dichoso entrenamiento.
Destrozada, esa es la palabra para describir como he acabado después de las clases extra con el guardián Belikov, se que tengo que ser la mejor guardiana para poder proteger a Lissa, pero tanto entremiento me va a matar un día.
Que ganas tengo de llegar a mi cama y dormir doce horas seguidas, pero no puedo ya que un joven Moroi de sangre real, cabello oscuro y ojos agua marina, se ha instalado en mi cama.
-¿Qué haces en mi cama Christian?
-Venia ha hablar contigo, Rose. Lissa esta preocupada y me ha pedido que venga ha hablar contigo, tiene la descabellada idea de yo puedo sonsacarte que es lo que te tiene tan distraída.
-No vas a poder Ozera, así que no pierdas tu tiempo y vete antes de que alguien te encuentre aquí y piense cosas que no son.
-Quiero saber que te pasa Rose, de verdad nos preocupas, desde hace semanas que estas en tu mundo, y no eres la misma de antes.- vale, esto me ha cabreado, ¿que no soy la misma? ¡Y él que sabrá! ¡No me conoce en absoluto, así que no tiene ningún derecho a opinar! Además, ¿que coño? ¡Que éste así es culpa suya!
-¿Quieres saber lo que me pasa Christian? ¿De verdad quieres saber? ¡Pasa que desde hace semanas lo único que pienso es en ti, en que me he enamorado del novio de mi mejor amiga y es lo mas desagradable y retorcido que me podía pasar! ¡Pasa que por primera vez en mi vida quiero anteponer mi felicidad a la suya pero no puedo! ¡Y pasa que en este mismo instante lo único que quiero es besarte hasta que se acabe el mundo, pero no puedo ni debo hacerlo porque estas saliendo con mi mejor amiga! ¡Eso es lo que pasa!- ha estas alturas de la confesión yo ya estaba llorando, no me puedo creer que le haya soltado todos mis sentimientos a Christian de golpe...
-Eso es bueno Rose.
-¿Por qué?
-Por esto.- Me beso, me esta besando, le estoy besando, y no quiero que se acabe, es ética y moralmente incorrecto pero es el mejor beso que me han dado en toda mi vida.
-¿Y esto?
-Rose Hathaway te quiero, y has tardado demasiado tiempo en declararte- los dos nos reímos.
-Podías haberte declarado tú.
-No habría quedado tan bien.
-Christian, no es por estropear el momento, pero, ¿ahora que pasara? No podemos estar juntos, eres el novio de Lissa, y yo no puedo hacerle daño, ella va primero.
-Entonces vayamonos Rose, lejos, tú y yo, donde nadie nos encuentre y podamos estar juntos. Lissa tiene como otro guardián a Dimitri, y estoy seguro que querría que fueras feliz aunque sea conmigo. Así que agarra una maleta porque en cinco minutos te espero en la puerta de la Academia, tú decides si me quieres lo suficiente como para huir conmigo.-dicho eso se fue.
No es que me lo tenga que pensar mucho, ¿pero de verdad voy a huir con Christian? Se que él quiere a Lissa aunque diga que me quiere, conmigo no tendrá futuro, solo soy una Dhampir, y Lissa es una princesa Moroi, en linea directa para suceder a la reina Tatiana en el trono. ¿De verdad estoy dispuesta s anteponer mi felicidad ha la de Lissa? Eso no es lo que me han enseñado, eso no es ser una verdadera guardiana. Los Moroi van primero, es nuestra ley y debo cumplirla, aunque en casos como este la odie.
Lo siento Christian, pero Lissa va primero.
(...)
Tres meses después de mi beso con Ozera todo sigue igual, él hace como que nada paso y yo procuro evitarle, queda poco para mi graduación y ahora mas que nunca debo estar concentrada en convertirme en una buena guardiana.
-Rose- conozco esa voz, nunca la podría olvidar.
-¿Que necesita príncipe Ozera?- cuanto mas distante le trate mas fácil me sera superarle.
-Saber porque decidiste poner a Lissa por encima de tu felicidad.
-Es fácil Christian porque ella va primero.
-¡Eso no es justo! ¡Llevas toda la vida anteponiendo su vida a la tuya, tienes derecho a ser feliz!
-Tendré derecho a serlo, pero eso no significa que tenga que quitarle la felicidad a mi mejor amiga. Además, tu y yo no tenemos futuro, tú la quieres a ella, digas lo que digas, y tu lugar esta a su lado.- le di un sueve beso en lo labios.- Se feliz Christian Ozera.
Y así fue como Rose Hathaway puso a Vasilisa Dragomir por encima de ella, otra vez.

De Amores ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora