Prólogo

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Aquel lugar estaba desolado, ninguna persona, ni por mas loco que estuviera sería capaz de exhibirse a los senderos del vacío, por aquellos caminos tan llenos de oscuridad, donde acechaba la maldad, el egoísmo y la soledad era abundante, solo los más fuertes, los mas valientes serían capaces de seguir a paso firme por ese camino.  

Quedaba poco tiempo, los días ya llegaban a su fin podían divisar como sus seres queridos morían, eran espectadores de aquel sufrimiento, sabiendo que ya no podían hacer nada para evitarlo se lamentaban, las infecciones se propagaban sin parar, la medicina que tenían solo era suficiente para unos cuantos, las provisiones se agotaban cada vez más rápido, sus armas se quedaban sin municiones, se encontraban en medio de la nada paralizados...

Existencia eternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora