Prólogo

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"Asique, esto es solo para nosotros?" Junhong preguntó con sus ojos abiertos de par en par, mirándonos a todos mientras permanecíamos de pie, equipaje a nuestro alrededor, ya que acabábamos de llegar del aeropuerto.

Habíamos alquilado una pequeña casa para los seis, dispuestos a pasar una semana fuera de Corea, de alguna forma intentando alejarnos del enorme alboroto que la demanda había causado.

Había sido duro, pero al final, valió la pena. Ahora estábamos más cerca de retomar nuestra carrera, y antes de que eso ocurriese, tomar un pequeño descanso no sonaba nada mal.

Entendí el por qué el más pequeño se había quedado así de perplejo. Ni siquiera yo podía recordar cuándo fue la última vez que estuve en un lugar sin ser reconocido por al menos una persona. Y no me malinterpretéis, me sentía agradecido hacia cada persona que lo hacía, pero ahora, realmente necesitábamos unas vacaciones, y aquella bonita casa en Okinawa parecía el lugar perfecto para hacerlo.

Los ojos de Jongup y Junhong brillaron en obvia emoción, mientras dejaron caer las mochilas que llevaban sin mucho cuidado, y juntos, acompañados de Himchan, caminaron hacia un pequeño balcón, asomándose con cuidado en un principio, hasta que Junhong extendió sus brazos en el aire, dejando salir un grito de felicidad, el cual me hizo reír al igual que el resto. Lo habíamos conseguido. Habíamos llegado hasta allí, hasta el final de aquella pesadilla en la cual permanecimos por tantos meses, y ahora era nuestro momento de dejar atrás el estrés, nuestra pequeña "familia" junta. Al menos, así es como me gustaba llamarnos.

"¡Vamos a nadar!" El más alto de todos exclamó mientras agarraba tanto la mano de Himchan como la de Jongup, emocionado tirando de ellas mientras observaba la piscina disponible en la parte trasera de la casa.

"¡Hagámoslo desnudos!" El animado comentario de Jongup nos dejó sin habla, automáticamente mirándole en estado de shock. La mandíbula de Youngjae podía rozar el suelo, y yo acabé riéndome como un loco debido a la repentina idea de nuestro bailarín.

Pero oye, ¿y por qué no? Pensé mientras todos empezamos a reír de nuevo. Al fin y al cabo, éramos solo nosotros allí, y podría ser divertido.

Viendo como todos salían fuera de la casa, no esperando para desabrocharse la camisa y deshacerse de su ropa, vi que Youngjae volvió al final del espacioso comedor, sus cejas ligeramente fruncidas mientras depositaba su bolsa sobre la mesa y empezaba a rebuscar en ella, aparentemente haciendo como si buscaba algo. ¿Intentaba solo ganar tiempo? Él nunca ha podido mentirme, y ya que le conocía muy bien, noté el hecho de que ya se sentía nervioso.

Una pequeña sonrisa curvó mis labios de manera inconsciente, ya que la escena frente a mí era, de algún modo, adorable, y aún en la distancia, pude adivinar un poco de calor cubriendo sus redondeadas mejillas.

"¿Te da vergüenza?" Le pregunté, intentando no reírme aún cuando mis mejillas se estaban elevando debido a los fallidos intentos de mantener una expresión neutra.

Súbitamente levantando su cabeza y dirigiendo su mirada hacia mí algo sorprendido, llevándome a preguntarme si no se había dado cuenta de que estaba allí, un silencioso bufido abandonó sus labios mientras rodaba los ojos.

"Cállate" Simplemente dijo, una mueca juguetona cubriendo mi cara en respuesta a mi mejor amigo. Ahí estaba, Yoo Sassy Youngjae de vuelta.

Pero poco sabía yo en ese momento de todo lo que iba a suceder a lo largo de esa semana, habiendo tiempo más que suficiente para que muchas cosas cambiasen entre nosotros.

Nudes [DaeJae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora