-Ha pasado un año ya y me sigue viniendo largo esto de hacerme cargo yo sola de una casa. A veces la soledad me come,si no fuera por mi hija Daniela, esta casa se me vendría encima -.
Melany está mirando el reloj ansiosa esperando que llegue la hora de recoger a Daniela de la guardería mientras mira la televisión con la mirada perdida.
Ya es la hora de recoger a Daniela de la guardería. Melany sale ansiosa de su casa para recoger a la pequeña, ya que le toca estar con ella esta semana porque, su ex pareja Isaac, estuvo con Daniela la semana pasada.
Melany e Isaac decidieron compartir la custodia de la pequeña a partes iguales por no discutir ni hablar más de lo necesario entre ellos, ya que, las cosas entre los dos quedaron bastante frías.
Daniela sale corriendo de la guardería.
- ¡Mami mami!
Melany abraza a la pequeña.
- ¿Qué tal estás cariño? ¿Cómo has pasado la semana con papá?
- Muy bien mami, estuvimos con una amiga de papá en la playa y me ayudó a hacer castillos de arena.*Un momento, ¿una amiga?... En estos tres años no tenía ni idea de que Isaac estuviera conociendo a alguien. Yo no lo he hecho por no trastornar la vida de Daniela. Bueno, está en su derecho de rehacer su vida... ¿Por qué coño me importa tanto lo que haga o deje de hacer Isaac?... Bah, bobadas.*
Melany y Daniela llegan a casa y pasan la tarde entera juntas jugando y contando historias.
Melany dejó los estudios de diseño para centrar su vida plenamente en Daniela, no quería perderse ni un solo momento de su niñez. Trabaja actualmente impartiendo clases particulares de diseño en su propia casa y con lo que gana, más la ayuda económica que le proporciona su abuela, consigue mantener una vida estable.
Isaac nunca dejó de estudiar hasta sacarse la carrera de ingeniería, y actualmente trabaja de ingeniero en una de las empresas más importantes de España. Isaac gana una cantidad exagerada de dinero al mes, y la manutención que le paga a Melany por la hija que tienen en común es una cantidad suficiente para que Melany deje de trabajar si quisiese.