1. 15 de Junio.

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14 de Junio de 2003.

—Podrías pasarme la salsa, cariño?—la mujer rubia alzó sus ojos azules hacia mi.
—Claro, mamá.—cogi el empaque rojo y se lo di, ella sonrió levemente y puso la mirada en su plato.
—Según escuche, las clases empiezan mañana, ya tienes todo listo?—dijo mi padre con una voz ronca y fuerte.
—Si, empiezan a las 8:00 de la mañana, estoy tan emocionada.—sonreí para todos en la mesa y ellos imitaron mi acto.

Mañana sería un día importante. El primer día de clase, que es algo importante siempre, pero para mí era incluso más importante. Llevo 3 años sin asistir a una escuela, tomaba clases en casa por problemas que tuve en mi anterior escuela. Pero las cosas cambian, y las personas también y por fin podré socializar con más gente además de mi profesora y mi familia.

—Por fin saldrás de tu cueva, calabaza.—mi hermano se asomó por el marco de mi puerta y sonrió mientras caminaba en mi dirección.
—Podré molestarte y hacerte quedar mal con tu novia.—reí fuerte y el me miró mal y se sentó a mi lado en la cama.
—No te lo tomes a mal, pero ese es el trabajo de mama.—despeino mi cabello y beso mi frente, se paro y sonrío una última vez antes de caminar por el pasillo.

"Puedes arrastrarme al infierno, si eso significa que puedo ir de tu mano."

15 de Junio de 2003.

Los rayos del sol ya se metían a la habitación, un pequeño rayo caía en mi cara molestando mi sueño. Después de un momento se escuchó la alarma, trate de pararla con los ojos cerrados y algo adormilada.

—Despierta ya, Mía.—mi madre toco la puerta, y su voz era suave y calmada. Todavía no iba tarde.
—Ya..—me levante con pereza. Tome la toalla y me dirigí al baño, no podía tomar una relajada ducha como siempre, ahora tenía que tomar solo una ducha rápida.

El agua tenía una temperatura perfecta, esa que te hace relajar y te mantiene despierto al mismo tiempo. Mientras me limpiaba pensaba en cómo sería la escuela, después de tantos años, esperaba que fuera increíble y me trata bien.
Si tengo tan solo un problema, me sacan de nuevo y mis padres no confiaran en mi de nuevo, una carga increíble.

—Mía, tu desayuno está en la mesa.—mi madre aviso desde el primer piso, ella seguía en un tono calmado.
—Buenos días, familia!.—mi padre grito desde el comedor.

Mi familia solo se constituía por mis padres, dos alegres personas que te dan apoyo y amor siempre que lo necesites, y un hermano mayor fastidioso, ese que te molesta mucho pero en el fondo te quiere te protege.
Mi hermano era increíble, no peleábamos mucho, la verdad casi no nos veíamos, él está en su último año y está ocupado encontrando una buena universidad para estudiar Robótica.

Baje las escaleras de mi habitación, terminando de subir una chaqueta negra por mis brazos. Todos estaban sentados comiendo, mamá había hecho mi desayuno favorito por el día tan importante, waffles con un toque de canela; mi mama tiene esa cualidad increíble de cocinar como ninguna otra persona en el mundo, es impresionante.

—¿Cómo estás?—preguntó mi padre al sentarme a su lado.—¿Estás nerviosa por tu primer día?
—Un poco, ya quiero llegar ahí.—sonreí débilmente mientras devoraba la comida que se encontraba en frente mío.
—Después de unas semanas no vas a querer volver.—mi hermano toco mi hombro comprensivo.—Debiste apreciar lo que tenías antes de perderlo.

Todos en la mesa reimos. Después de unos 10 minutos ya todos habíamos terminado y estábamos listos para salir, tome la puerta y salí después de mi padre y Luke.
La escuela no se encontraba lejos y podía ir caminando sin ningún problema, pero mi padre protestó y me obligó a ir en su auto con el.

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⏰ Última actualización: Jun 20, 2016 ⏰

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