Miraba al amanecer expectante. La brisa acaricia mis descoloridos cabellos mientras que las hierbas se mecían a mi alrededor en un muy grácil vaivén. Era un bello paisaje, y hubiera sido aún más hermoso si tuviera a mi lado a la persona a la cual yo amo.
Nezumi, no he olvidado nuestra promesa...
No sé cuantos años han pasado desde que te fuiste, pero el tiempo es lo que menos me importa. Yo esperaré por ti aunque eso me tome toda la vida. Y me encantaría que supieras que aquí estaré todo el tiempo, que jamás te olvidaré e incluso te iría a buscar a donde fuera, con tal de volver a verte.
Volteé a ver el horizonte y ahí estabas tú. Después de todo valió la pena esperar por ti.
Sin darme cuenta, tu nombre se escapó de mi boca y mis pies empezaron a moverse en tu dirección. Corrí tan rápido como mi cuerpo me lo permitió, corrí tanto como si mi vida dependiera de ello; como si todo dependiera de ese preciso instante. En verdad añoraba tenerte en mis brazos otra vez. Quería sentir tu cercanía, tu calidez, tu aroma. Sentir otra vez tus labios, está vez con mayor profundidad.
Mi mente se desbordaba de tantas emociones y pensamientos que no me había percatado de que por más que avanzara aún te encontrabas muy lejos de mis manos.
En un abrir y cerrar de ojos te habías esfumado, al igual que el prado en el que me encontraba. Había sido una nube de ilusiones que me dejaron caer en una total oscuridad...
Al abrir los ojos, me encontré recostado en mi habitación.
Sólo había sido un sueño.
No era la primera vez que me pasaba. Ya llevaba rato desde que tenía sueños contigo. Recuerdo que los empecé a tener desde que la edad tan sólo me permitió permanecer en cama.
Esperé tantos años que la vejez llegó sin percatarme de ello. Y tal y como había dicho: Te esperaría hasta el fin de mis días.
Tampoco quiero que creas que viví pensando en ti todo el tiempo, pero lo que sí te puedo asegurar fue que tú fuiste la razón para que siguiera adelante con mi vida. Que a pesar de que no estabas a mi lado, el simple hecho de nuestra promesa me dio las ganas de vivir. Gracias a ti me he quedado más tiempo en este mundo, pero creo que ya estoy llegando a mi límite.
He llegado al final de mi vida, algo que no quiero, ya que muy fondo de mi corazón aún tengo el presentimiento de que vendrás por lo menos a despedirte de mí. Que me permitirás contemplar tu rostro una vez más.
Lo mejor que me pudo haber pasado en la vida fue el que tú hayas entrado a mi habitación aquella noche. Y no me arrepiento para nada haber abierto mi ventana. Disfrute cada momento a tu lado y aunque al final no pudiste cumplir tu promesa, quisiera que supieras que te perdono por eso. Que no importa cuánto tiempo estuvimos juntos, sino cuánto lo disfrutamos.
Al voltear a ver la ventana, mis ojos se humedecen por la falsa esperanza de que encontrarte ahí. Y no estabas.
Mantengo la mirada fija hasta que mis párpados se empiezan a sentir cansados. Estoy débil y mi último deseo es poder verte aunque sea una última vez. Nada más anhelo para mi último aliento.
Y en ese momento pude escuchar el hermoso canto de Nezumi. Despidiéndome de la vida...
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I Miss You...
Fanfiction[Two-shot] Cuando no estemos juntos, recuérdame sentirnos juntos.