Zayn y tu se fueron caminando hacia el centro de Londres, que la verdad no quedaba muy lejos, el chico no paraba de mirarte y en más de una ocasión tropezaba.
- Si sigues así te chocarán y tendré que llevarte al hospital- dijiste riendo.
- Es que, hoy te ves muy hermosa. B-bueno, siempre estas hermosa pero hoy más de lo normal... Tal vez no me expliqué bien- dijo cuando vio que sonreías como tonta.
- sí que te explicaste bien- tomaste su rostro con ambas manos y BUM! Cohetes explotaban en el corazón del moreno gracias al beso que acababas de darle.
- ese sí es el mejor regalo de cumpleaños- dijo rozando tus labios con los suyos, sonrió y volvió a darte un pequeño beso.
Llegaron a la empresa automovilística y comenzaron a ver los autos, el chico sólo preguntaba por los modelos deportivos y no soltaba tu mano en ningún momento, por fin vieron un mustang y el chico casi se babeó al verlo. Pidió que los dejaran entrar y el sr. que los atendía accedió. Abrió las puertas del auto y entraron. Zayn parecía un niño que acabara de recibir un juguete nuevo, su sonrisa estaba de oreja a oreja. Te miró y tomó tu barbilla para besarte, mordió tu labio y comenzó a meter su lengua para jugar adentro de tu boca. Se separaron cuando escucharon que el sr. que los atendía tocó la ventana, salieron riendo y el moreno se acercó al vendedor.
- lo compro- dijo Zayn al salir del auto. El vendedor los llevó hacia una larga mesa que estaba al frente de la facturista. Después de media hora ambos salieron de la empresa con el auto. Él no paraba de sonreír mientras manejaba. Tú sólo lo veías, se veía hermoso cuando estaba así de feliz.
El chico tomó tu mano y con la otra manejaba
- no sabía que manejaras tan bien.
- de hecho yo tampoco- rió-, tengo que pasar la prueba de manejar, la última vez no aprové.
- ¿estás manejando sin permiso?- preguntaste alarmada.
- tranquila, bebé. No nos harán nada- se voltió y besó tu mejilla rápidamente
- ¡tus ojos y manos pendientes en el camino, Malik!- dijiste poniendo la mano del chico en el volante y te pusiste el cinturón de seguridad con los ojos alarmados.
El chico rió y siguió manejando. Llegaron rápido a sus casas pero antes de que te bajaras el chico tomó una de tus manos y con la otra tomó tu barbilla y se acercó para besarte. Se separó y sus respiraciones chocaban.
- soy adicto a tus labios- dijo frunciendo el ceño. Sonreíste.- . Quédate a dormir conmigo esta noche.
