One-shot

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El sueño era divertido. Me encontraba en una superficie cubierta por nubes, las cuales eran blanditas y esponjosas. Podía divisar a lo lejos una pequeña casa, parecida a la del cuento de Hansel y Gretel. Así es, era una casa de dulces. Observé cómo el chico que me gustaba se disponía a salir de aquella residencia. Ahí estaba él, Adrien Agreste. Comencé a correr y a saltar, y cuando al fin estaba por llegar a mi destino, caí en la nada y desperté. Como estaba en medio de la clase, la profesora se dio cuenta de que estaba durmiendo y me regañó. Me excusé diciendo que la noche anterior no había podido dormir bien, debido a los largos y cansinos viajes que tuve que realizar el fin de semana: obviamente era mentira. Sin embargo, todos me creyeron, como siempre. La maestra, me dijo que no pasaba nada, y que si quería podía ir a la enfermería.

Mi nombre es Lila, Lila Rossi. La mayoría me conoce como una chica espectacular y digna de envidia, pero es todo falso. Desde que tengo memoria, mi familia y supuestos amigos, siempre me han dejado de lado. Jamás logré entender lo que era ser querida por alguien, o lo que era tener atención. Viví en un ambiente bastante ajetreado, viví desatendida, viví sola. Cuando cumplí los siete años, me di cuenta de cómo obtener el interés de los adultos y de los niños, ya que ese día no quería ir al colegio y fingí estar enferma. Aquella mañana mis padres faltaron al trabajo, sólo para cuidarme. Entendí que para llamar la atención debía mentir. Sabía desde un principio que eso no estaba para nada bien, sin embargo me sentía muy sola. Al día siguiente, intenté lo mismo con mis compañeros. Les dije que no había asistido a clases debido a que me fui a otra ciudad cercana a París. Por primera vez, ellos me rodeaban, me hablaban, me hacían preguntas, me notaban. Comprendía que todo era falso, pero yo era feliz en esa mentira blanca.

Fui creciendo y seguí mintiendo, para obtener todo lo que quería. Aunque... Nunca dejé de sentirme sola. Al final, todo mi esfuerzo había sido en vano, y supe que debía seguir manteniendo mis mentiras si quería seguir teniendo la mirada de todos. Pero... No me percaté de que podría pasarme algo, nunca creí que llegaría a enamorarme algún día, y que aquellas mentiras que me salvaron una vez, me hundirían ahora. Entiendo que son las consecuencias de mis acciones, pero ya no podía hacer nada al respecto. O más bien, no quería.

Adrien Agreste es el chico de mis sueños egoístas. Un chico que fácilmente podría ver como un príncipe azul de cuentos de hadas. Admito que comencé mal nuestra relación, ya que empecé mintiendo sobre mí. Así aprendí a vivir, y aún sabiendo que no era correcto, lo creí necesario. Actualmente, creo que me detesta. No sé si sentir rencor o tristeza ante esto, y comprendo que fue mi culpa. Entiendo que comencé con mal pie y me fui convirtiendo en la villana de la historia. ¿Qué historia? La de Adrien y Marinette, una compañera de clases. Sé perfectamente que ella está enamorada del rubio, y también sé que no pasará mucho para que ellos dos comiencen a salir. A pesar de saber esto, la reté a pelear por él, y me volví la mala en todo esto. Sabía que perdería, pero al menos quería darle cara a la chica que conseguiría lo único que humildemente quise en mi vida, el amor de Adrien. No quiero ponérselo fácil, quiero observar detenidamente cuánto ella lucha por el amor del mismo. Quiero ver si ella siente algo tan grande por él como lo afirma.

Bien, luego de mi pequeña introducción, sigamos con mi vida. Acabo de salir de clases, y le di un pequeño vistazo al rubio mientras lo hacía. Como siempre la gente me seguía para invitarme a comer o hablar sobre "viajes" que hice. Viajes falsos. Ayer me la pasé estudiando sobre los lugares a los que se supone había ido, y así podía contestar a la pregunta de cualquiera de ellos. Nos sentamos todos en una mesa de la cafetería a almorzar, y pude sentir una mirada fría hacia mi derecha. Cuando giré mi vista, observé que Marinette me estaba asesinando con la mirada, y le sonreí maliciosamente. Tenía que jugar mi papel de villana a la perfección, y creo que lo estaba haciendo bastante bien. Con mis compañeros, hablamos un poco sobre Perú y Ecuador, que es donde supuestamente había ido la semana pasada, y de dónde volví el domingo a la noche. Hablé de todo lo que estudié, sus comidas típicas, sus costumbres, sus danzas, etcétera. Todos sonreían y se asombraban, y así, yo obtenía mi atención deseada.

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⏰ Última actualización: Feb 24, 2019 ⏰

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MLB: Soy Lila. (Lila x Nathaniel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora