Bajaron del coche, cerca del puerto, y caminaron hasta el muelle de embarcación 49, donde estaba el Titanic. Entraron por una de las ventanas del barco y allí les recibió una chica, Sabrina. Sabrina sería la que los ocultaría a los otros pasajeros del Titanic. Jack recuperó la consciencia esa mañana. Estaba atado con cuerdas gruesas y tenía la boca tapada con cinta adhesiva. Intentó forcejear pero era inútil, no podía huir. Jack reconoció que estaba en el Titanic cuando escuchó los gritos de "hurra" que celebraban la partida del barco. Ya habían pasado 4 días desde la partida del Titanic en Southampton. Esa noche, la del 14 de abril del 1912, una grieta se abrió en la bodega del Titanic. Al ver eso, Jack cortó las cuerdas con una navaja y se desató, se tiró por una ventana rota y cayó al mar. Se impulsó hacia un bote, subió y empezó a remar. Una señora chilló hacia él pidiéndole ayuda. Después la señora, Sabrina, se tiró al agua y Jack le ayudo a subir al bote. Entonces Jack, con toda su rabia empezó a remar hasta perder la consciencia. Al cabo de ocho horas, Jack se despertó en una vía de tren al lado de Sabrina.
9 años después, Jack ya tenía 38 años y vivía junto su esposa, Sabrina en Nueva York. Jack acabó denunciando esa mafia y El Líder terminó en la cárcel. Jack no volvió a pisar Belfast, su ciudad natal.
― Abuelo, abuelo ―dijeron los nietos de Jack, August y Alice-. Recuerda que nos dijiste que nos explicarías una historia.
― Sí, justamente estaba pensando en eso―dijo Jack―.
Y cuando se cumplían 45 cinco años de esa tragedia fue la última vez en que Jack pensó en el Titanic.
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Transatlántico
ActionJack, un joven irlandés proveniente de familia rica, se convierte en prisionero de una mafia. Esta historia se inmensa en el principio del siglo XX en la Gran Bretaña.