Not all monsters, do monstruos things.

ser un monstruo, no significa actuar como uno

Ser un monstruo, no significa actuar como uno

Ser oscuridad, no significa ser destrucción

Ser luz, no significa ser vida

Y ser fuerte, no significa ser invencible

Mi mente repetía, una y otra vez

¿Por qué ahora? ¿Por qué el?

Vagos recuerdos, de las historias que el me contaba invaden mi cabeza ¿que demonios sucede conmigo?

Seco el sudor de mi frente, y repito ¿Por qué ahora? ¿Por qué el? Una y otra vez, hasta que un recuerdo me invade.
...

- Y así la bestia se sacrificó, por el amor de su vida- recitó la última frase del libro, como si lo hubiera vivido en carne propia. Amaba la forma en la que leía las historias, me hacía sentir parte de ellas

-Pero si el era una bestia, y ella era una humana... ¿Por qué no se la comió?- pregunté- Si se la hubiera comido, tal vez la bestia todavía viviría- levanté una ceja. Realmente no entendía el era una bestia, su primer instinto era matar, alimentarse, pero cuando se encontró con ella en el bosque... ( Que por cierto no se que hacía en el bosque una princesa, es decir, según el libro fue en busca del amor, pero no se que amor puedes encontrar en un bosque, ¿Acaso se confundió de historia? y estaba buscando un sapo para besar..... ¡Guacala! ¡Que asco! Besar un sapo todo viscoso y....

-Ser un monstruo, no significa actuar como uno- reprochó mi padre, ¿Pero qué le pasaba? Era solo una pregunta, no era para tener el ceño tan fruncido, le iban a salir arrugas

-¿Papi?- lo llamé, inocentemente - ¿Si?- preguntó confundido

- Ven- le ordene, el asintió y acercó un poco su rostro. Estire su frente con mis manos, haciendo que su entrcejo se relajara, y luego levanté la comisura sus labios, formando una sonrisa exagerada en su cara. Parecía un psicópata, y su cara así era demasiado graciosa.
Comencé a reír descontroladamente, a lo que el me alzó mientras me hacía cosquillas
- ¿Te parece divertida mi cara? Pequeña bromista ¿Acaso te ríes de mi?- preguntó, mientras seguía haciéndome cosquillas. No podía parar de reír, y mi estómago empezaba a doler de tanto reír

-¡Para! Me duele la panza- grité entre risas, mientras pataleaba para todos lados, tratando de golpearlo para que dejará de hacerme cosquillas

- Tendrías que haberlo pensado antes de ....-

-John- mamá reprochó.
-Despertaron a Willy- dijo señalando a mi hermanito, que lloraba en brazos de mamá. A pesar de que se veía enojada, contemplaba la escena con ternura

Papa y yo compartimos miradas cómplices, e intentamos no reír

-¡Fue el!- grite, y lo señale, al mismo tiempo que papa gritaba- !Fue ella¡- y me señalaba también

Intercambiamos miradas asesinas y mamá río

- ya es tarde, Gemma mañana comienza la escuela y tu trabajas, es mejor que los dos vallan a dormir- reprochó nuevamente mamá