CAPITILO I. DEMOSTRACIONES

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Estaba a dos días de mi decimosexto cumpleaños y eso era genial, en dos días tendría un regalo que llevaba aproximadamente 2 meses esperando, desde que mis padres lo habían comprado y encerrado en la cochera, claro que mis hermanos ya lo habían echado un vistazo y no me decían ni una sola palabra y eso me tenia tenso, muy teso.

En mi familia era casi como una regla que al cumplir los dieciséis y después de obtener el permiso de conducir nos regalaran un coche, ya se había cumplido con mis dos hermanos mayores, a Santiago mi hermano mayor le regalaron un Audi A6 Negro, y a mi hermana Natalia una Grand Cherokee Verde, y esta vez seguía yo y la espera para saber cuál sería mi carro me estaba matando.

-          Despierta Martin ya se acabó la clase – Dijo Alan

Que horror me había quedado dormido en clase de historia.

-          ¿Cuánto tiempo me dormí?

-          Creo y alrededor de una hora

-          Me tengo que ir mi madre ya tiene que estar esperándome, y mis hermanos han de estar más impacientes que nada.

-          Está bien nos vemos mañana – Contesto Alan

Me dispuse a dirigirme a la salida del colegio donde sabia y mi madre Ana me estaría esperando junto con mis hermanos para llevarme a casa, aunque no sería por mucho tiempo, solo tenía que esperar dos días mas.

Mi familia era un poco diferente a las demás, aparte de que era una familia bastante extensa para el tiempo en el que estábamos, todos éramos adoptados.

En total somos 8 hermanos de los cuales 7 somos adoptados, el más pequeño es hijo biológico de mis padres, creo y todavía nos preguntamos cómo fue posible eso, ya que desde hacía 25 años mis padres no habían podido tener hijos, el por qué de que empezaran a adoptar niños. Tenían 5 años de casados cuando adoptaron a mi hermano Santiago, dos años después adoptaron a Natalia, en seguida continuaron conmigo y luego de mi vinieron Fátima, Valeria, Iván, Anastasia y cuando creíamos que íbamos a ser solo 7 mi madre salió embarazada de mi pequeño hermano Bruno.

Cuando llegue a la camioneta ya todos mis hermanos estaban en ella, me senté junto a Tasha, y nos fuimos a casa.

-          Como te fue en el colegio Martin – Pregunto mi madre

-          Bien, no hubo ninguna novedad

-          No seas mentiroso dile que te dieron el trofeo por haber ganado la olimpiada de matemáticas – Argumento Vale.

Para mis males tenia la hermana más chismosa sobre el planeta, como si fuera de mi agrado que anduviera regando el chisme sobre todo lo que hago por ahí.

-          ¿Enserio?, ¿Por qué no nos habías comentado nada? – Dijo mi madre

-          Es algo sin importancia

-          Como que sin importancia es excelente que te hallan premiado por ser bueno en algo, sabes que eres muy inteligente, y es bueno que la gente lo reconozca, cuando lleguemos a casa le pediré a María que prepare tu cena favorita, para celebrar tu logro – repuso mi madre.

-          Gracias Vale, algún día podrías dejar de informar todo lo que hago!!!!! – dije enfadado por la recepción que me esperaba en mi casa gracias a la gran bocota de mi hermana.

-          De nada Martin – Contesto sarcásticamente mi hermana, con una sonrisa burlona de oreja a oreja.

Por fin llegamos a casa  me dirigí a mi habitación, me cambie de ropa porque detestaba el uniforme de la escuela, esperaba que mis padres no se enteraran que durante las últimas tres semanas me había pinteado la mayoría de las clases, si eso llegara a oídos de ellos terminaría sin regalo de cumpleaños aparte de que estaría castigado hasta el 2121, en pocas palabras hasta mi muerte.

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⏰ Última actualización: Aug 17, 2012 ⏰

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