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Shownu camino lentamente por los pasillos bastante llenos del hospital, la mayoría de las personas eran adolescentes recién llegados de las afueras del pequeño pueblo. Miro la suciedad de sus zapatillas y luego levanto su cabeza, para ver el número de la habitación donde había visto por última vez a su padre.

No lo iba a negar, estaba bastante asustado, pero todo era por un bien común. El dejar de sentir dolor por tantas guerras.

Abrió la puerta con cuidado, mientras veía la pequeña camilla sin sabanas, donde dos prendas de ropas bien dobladas se encontraban, ahí había estado su padre tan solo unas cuantas horas antes.

Cerró la puerta con mucho cuidado y camino lentamente hacia la cama, donde dejo la pequeña flor azul que había juntado anteriormente.

En su mano derecha colgaba el bolso con el dinero que había robado antes de enterarse que su padre ya había muerto y el cual no le había servido de nada. Descargo todo sobre la cama mientras gruesas lágrimas caían por sus ojos, tanto dolía, tanto extrañaría los labios de Jooheon, pero no se podía permitir echarse atrás, no cuando todo el mundo saldría afectado por ello.

"Bien, creo que es el final para mi..." Susurro al tiempo que dejaba caer el fosforo recién prendido sobre aquel dinero.

Tomo un pequeño tubo lleno con un líquido azul, aquella droga que lo había ayudado a escapar durante más de seis años, ya todo era diferente.

Lo vacío en sus labios, empezando a sentir el calor, los gritos de las personas del hospital, y sus ojos cerrarse.

"No más dolor."

+++

Min largo un jadeo de cansancio y a la vez de sorpresa a la vez que pasa frente a las puertas del pueblo, todo parecía tan tranquilo, bueno hasta hacía unos segundos lo parecía.

"Es verdad..." Se sorprendió a la vez que veía el humo salir de las grandes puertas del hospital, mientras gente tosiendo corría hacia todos lados. "Maldita sea, Wonho, donde mierda estas metido."

Siguió corriendo, tratando de aguantar las lágrimas. No sabía cuanta gente ya había muerto además de Kihyun y su hermano, y todo estaba por comenzar.

"¡Min! ¡Aquí, niña!"

La chica tosió reiteradas veces, la ceniza y la nieve que comenzaba a caer a causa de el frio invierno le hacía sentir un gran ardor en su garganta y pulmones.

Sintió sus ojos llorar mientras que alguien la tomaba de los brazos, ya no sentía nada, quería terminar todo allí. Tan cansada estaba, sus lágrimas no paraban de salir; había perdido a su maldito hermano, y estaba por perder aún muchas cosas.

"¡Min, vamos, debemos encontrar a Wonho antes de que todo esto se convierta en más cenizas!"

Min asintió al sentir como Changkyun la arrastraba hacia la calle de la casa de Wonho, aun si el dolor seguía presente, debía sobrevivir. Se lo había prometido a su hermano, que todo ese dolor iba a terminar, que todo aunque terminase mal, ella viviría feliz por él.

+++

Minhyuk sujeto con más fuerza el envase se gasolina, estaba llena a tal punto que cada paso que daba, la calle se teñía de un color más oscuro. Él estaba cansado como cualquiera de sus amigos, no entendía a Wonho, al igual que el otro no lo entendía a él. Tan malditamente cansado de todo, no lo merecía, nadie merecía esas guerras, pero todo se acabaría en cuestión de minutos.

Sonrió al tiempo que echaba gasolina por las puertas y ventanas del edificio de la policía y gritaba a todos los vientos que los odiaba. Porque si, no había persona que más odiara que no fuera la maldita policía del lugar.

Empezó a reír fuertemente mientras prendía un fósforo y veía asomarse a todas las personas de su alrededor.

"¿Enserio vamos a dejar que todos estos pedazos de mierda nos manejen durante años y que nos vayamos muriendo poco a poco por sus malos cuidados? Malditos estúpidos, debemos exterminarlos y acabar con todo este dolor." Apuntó a uno de los oficiales que lo miraba desde la puerta." Esos pedazos de mierda buscarán acabarnos para siempre, pero... Yo los acabare primero."

Y prendió un fósforo, dejándolo caer sobre toda esa gasolina.

Acabando con tantas vidas que no se podían imaginar.

+++

Min vomito lo poco que había comido en el día, al mismo tiempo que Changkyun levantaba la cabeza y miraba hacia el cielo, en el cual nuevas cenizas aparecían.

"Min... Debemos apurarnos, ya comenzaron el segundo incendio... Luego de esto, tenemos veinte minutos para alejarnos antes de que explote la bomba."

La chica asintió reiteradas veces antes de seguir corriendo. Diviso rápidamente una cabellera rubia la cual se movía a todos lados, la reconoció rápidamente.

"¡Wonho, mira, aquí!" La chica agito sus brazos hasta que el la vio y su cara se volvió a un nivel de preocupación doble.

"Maldita sea, las puertas de adelante no pueden ser usadas, ya han matado a todos los que trataron de escapar." Susurro el rubio una vez que estuvo a su lado.

"Podemos ir por la colina donde está el cementerio, podemos escapar por ahí." El castaño miro a ambos y los agarró por los hombros antes de salir corriendo hacia la colina.

Quince minutos; y la bomba explotaría.

+++

El chico de cabello platinado camino lentamente hacia el cuerpo muerto en la bañera. Hyungwon se veía tan pálido, tan sereno, ya nada lo molestaría.

Minhyuk largo un suspiro a medida que contaba los minutos que faltaban para que todo terminara, trece minutos. Todos estarían libres.

"Mira, Hyungwon, al final aunque te fueras de mi lado, terminaríamos juntos."

Sonrió al mismo tiempo que sacaba un pequeño frasco con líquido azul. Tal vez lo dudaría justo en el último segundo, pero estaba seguro que después de eso nada más sucedería.

Vertió despacio el líquido sobre el agua fría de la bañera y vio como destellos comenzaban a rodear el cuerpo de su amigo.

Ocho minutos.

"Si, juntos por siempre."

Dijo al mismo tiempo que abrazaba al cuerpo de su amigo y tomaba sus manos, sintiendo la sustancia en su cuerpo mezclada con el agua fría.

Cinco minutos.

+++

"¡Vamos Min, a este paso, solo quedan cinco o cuatro minutos y hasta que no lleguemos hasta la cima, no estaremos del todo a salvo!"

"¡Dejen de hablar, ya casi estamos ahí!"

Min trago el nudo de su garganta, Changkyun tenía razón, debían apurarse y ella solo se ponía a pensar en la forma en la cual habían muerto todos sus amigos cuando no era tiempo de hacerlo.

Era tiempo de estar a salvo y solo dos minutos quedaban.

"¡Dame la mano, Min!" Grito el castaño al tiempo que le extendía la mano y esta la tomaba.

Lo último que sintió fue unos brazos abrazando su cuerpo y un fuerte sonido el cual había hecho que perdiera la conciencia.

La bomba se había detonado.

survive · monsta xWhere stories live. Discover now