California.

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Aquella mañana llovía, era el cumpleaños de mi hermana, pero en vez de celebrarlo,estábamos sentadas en el asiento trasero del coche.
Otra mudanza, y no es culpa mía o de Elisabeth ya que ella tiene apenas 6 años, por una vez es culpa de mis padres, creen que mudándose lo arreglarán todo,pero no es así.
Mi madre es una mujer trabajadora,tal vez más que mi padre,  él empezó a trabajar como psiquiatra hace poco, y tuvo una aventura con una chica joven que se obsesionó con él mientras antes, daba clases en el instituto.
Mi madre se enteró algo tarde,y después de todas las discusiones decidieron mudarse de Boston.
Me da pena que mi hermana esté aquí el día de su cumpleaños.

-Alice, vamos ¿puedes entrar al coche?.
- Sí mamá. Contesté mientras me quitaba un auricular.
- ¿No podríamos parar en algún sitio? Es su cumpleaños.
-Claro, dejamos el coche y que nos roben todo.

A eso no respondí pero me hubiera gustado que fuera un buen cumpleaños, en cierto modo entiendo que mamá esté así,después de estar casados tanto tiempo que tu marido al que has cuidado cuando estaba enfermo, se vaya con una de sus alumnas y que los pilles una de las veces en la cama...

Parece que ya vamos llegando, si no tenía amigos antes no quiero imaginarme ahora. Papá no ha dicho ni una palabra desde que empezó a conducir,  pero parece cansado.

Every Goddamn Day Donde viven las historias. Descúbrelo ahora