✘Cap. 9✘

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Entre y la casa parecía aún más grande por dentro que por fuera, la verdad no me extrañaría que al igual que Jade y Jared, sus padres serian un mismísimo dulce de leche. Lo que me seguiría extrañando sin duda alguna seria Suga y su notoria amargura.
—Jade, Jared— los llamo ya que corrían por la escalera —Quiero que hagan la tarea ahora— indico seriamente, no el grosero tono que usa conmigo obviamente —Estaré aquí abajo por si ocupan ayuda— a pesar de su ruda forma de hablar, me mataba de ternura.
Ambos niños asintieron con la cabeza y subieron las escaleras, Jade agitaba su mano con una enorme sonrisa como diciéndome adiós. Le devolví el gesto. Me gire hacia Suga y le sonreí.
—Parece que a tu hermana le agrado a pesar de ser plástica y hueca— solté una carcajada
—Solo porque le recuerdas a sus muñecas, no te emociones— dijo caminando hacia la que supuse seria la sala.
Camine detrás de él hasta que llegamos a la sala, dejo su mochila en uno de los enormes sillones negros de piel, me senté y puse mi bolsa en mis piernas, saco el enorme paquete de hojas y lo dejo caer en la mesa de cristal del centro de la sala.
—Ya vuelvo— dijo y salió por donde habíamos venido.
Me acerque a la mesa y tome la guía, tome de mi bolsa un lápiz para poder contestar mientras Suga volvía.
Las preguntas para mi eran fáciles, así que comencé con la primera hoja, rápido la termine, la segunda hoja igual.
Suga paso por el umbral de la puerta en su brazo derecho cargaba un par de libros y con la mano izquierda tomaba un ¿cigarrillo?
Llevo este a su boca y succiono de este —Ten— dijo entregándome los libros para después exhalar el humo. Yo solo lo miraba incrédula.
—Vives con dos pequeños— me puse de pie y camine hacia el — ¿Y fumas dentro de la casa?
—No es algo que te incumba— volvió a llevar a su boca el adictivo cigarrillo, para después lanzarme el humo en la cara.
— Suga...—dije seriamente —Si tú eres un amargado y quieres acortar tu vida con eso...— le arrebate el cigarro de las manos —no te lleves entre las patas a tus hermanos— apague el cigarrillo en la suela de mis zapato.
—Devuélvemelo — ordeno molesto
—Claro— con un simple tirón lo partí a la mitad y lo puse en la palma de su mano. Cerró con enojo su mano, y volteo a verme asesinamente.
— ¿Por qué no desapareces de mi vida?— dio un paso hacia mí para pronunciar con furia
— ¿Seguro que...— di un paso hacia el reduciendo nuestra distancia a: Cero. —...Quieres que desaparezca?— nuestras respiraciones se mezclaban debido a nuestra cercanía. Y nuestras miradas estaban tensamente conectadas. Nuevamente yo tuve la iniciativa, y al contrario de la última vez, Suga no tardó en responder mi beso. Pase mis manos por su cintura dejándolas en su espalda para así atraerlo aún más a mí. Su lengua sin pudor alguno entro en mi cavidad, la recorría libremente y sin duda me encantaba. Me besaba de una forma tan intensa, que simplemente me atontaba. Sus manos masajeaban mi cintura cuando una pequeña risa hizo que nos separáramos bruscamente.
— ¡Si son novios!— la hermosa castaña dijo sonriente tapando su boca con sus pequeñas manos como tratando de retener su risa.
Volteé apenada a ver a Suga quien estaba rojo, no sé si por la pena o por el coraje. Siendo sincera me asustaba un poco
—No preciosa...— hable evitando la fulminante mirada de Suga. Me acerque a ella y me puse en cuclillas para estar a su altura.
—A que si— dijo sonriente —Los novios hacen eso— se rio tímida, no puede evitarlo y reí con ella.
—No sirves para nada— susurro Suga y tomo a la pequeña alzándola en sus brazos, Para después caminar hacia las escaleras.

Tal vez esto no iba a funcionar, lo único que estaba logrando era hacerlo detestarme más. Pero tampoco podía perder la apuesta. Había un difícil debate en mi interior. Hasta que finalmente llegue a una conclusión.
Seguiría intentando conquistar a Suga, pero no en su casa. No quiero causarle problemas con su familia.
Me di la media vuelta y tome mi bolso junto con la mitad de las hojas de la guía.
— ¿Tan pronto te vas?— escuche detrás de mí justo cuando estaba por salir de la casa
—Creo que es mejor que terminemos el trabajo por separado— le conteste, me tocaba hacerme la víctima.
— ¿Qué? ¿Te cansaste de fastidiarme?
— ¿Yo? ¿Cansarme de fastidiarte?— pregunte irónica —Mira quién habla, el que se la pasa ofendiéndome y diciéndome "Hueca"
—Solo digo la verdad— dijo engreído
— ¿Es lo que realmente piensas?— comencé a acercarme nuevamente, sus nervios se notaban a kilómetros debido a mi cercanía, mi nariz rozaba la suya y su respiración cada vez se aceleraba, capture delicadamente su labio inferior, pero no lo bese. Solo delineé a este con la punta de la lengua —...porque mira cómo te pone esta "hueca"— solté una leve carcajada al notar el estado en el cual lo tenía. Me gire hacia la puerta pero justo cuando gire la perilla, Suga me tomo fuertemente de la cintura girándome nuevamente sobre mis talones. Puso rápido ambas manos en mi cuello atrayéndome bruscamente a sus labios.
Su forma tan intensa y pasional de besar me hacía sentir lo que Jimin jamás logro, Con un solo beso Suga hacia una revolución en mi interior. Pero aquí las cosas se hacen como yo quiero. Lo empuje lo más fuerte que pude alejándolo de mi fingiendo estar molesta las hojas que traía en mis manos se las lance.
— ¿Que te ocurre?— le grite indignada
— ¿Que te ocurre a ti?— me grito enojado mientras veía todas las hojas en el piso
—Como te atreves a besarme— le reclame "furiosa"
—Ah ¿entonces solo tú puedes hacer lo que se te pega la gana conmigo?— volvió a acercarse
—Así es— golpeé suavemente su mejilla dos veces y abrí la puerta —Te veo mañana— dije y salí casi corriendo.

-Bien...- pensé dejándome caer en mi cama –ya es un progreso que él me haya besado- no pude evitar sonreír estúpidamente al recordar sus labios sobre los míos.

Subí a mi auto, como todas las mañanas para dirigirme al colegio.

—Sabes... no hay nada que considere más estúpido que venir aquí en vestido y tacones— Suga caminaba rápidamente por los pasillos.
— ¿Estúpido?— reí —No sé porque consideras "estúpido" que me preocupe por verme linda— dejo de caminar riendo, pero yo seguí caminando como si nada.
—Por favor— dijo en tono de burla —Tu no te preocupas por "verte linda"— hizo unas marcadas comillas con sus dedos —...Tú te preocupas por ser mejor que las demás— podía que tuviera algo de cierto lo que hablaba —Solo es superficialidad — me miro con asco —Todas son iguales, tu... victoria, las dos sin vidas que la siguen...— nuevamente con las comparaciones. —Hasta el imbécil de Jimin es igual.
—Sabes a mí que me parece estúpido...— le dije riendo mientras volteaba a verlo, pero solo elevo los hombros como diciendo "No me importa" —Aunque no te interese te lo diré— sonreí —A mí me parece estúpido las personas que "adoptan" un estilo queriendo aparentar algo que no son.
— ¿Qué es lo que me estas queriendo decir?— pregunto nuevamente deteniéndose con el ceño fruncido
— ¿Yo?— me burle y me detuve para verlo —Yo no te estoy diciendo nada... pero si el saco te queda...— continúe con mí caminar hasta entrar al salón.

Me senté en mi lugar de siempre y en cuestión de segundos tenia a Tae detrás de mí.
— ¿Y?— pregunto
— ¿Y qué?— le pregunte sin entender
—Comienzan rumores acerca de ti y de Suga.
—Hay Tae estas peor que una chica— reí
—Hey...— alargo —Yo no he escuchado, Tamara me conto que victoria hablaba con los clones sobre ustedes dos. — Explico
—Pues no— le dije —Esto creo que será más difícil de lo que planee— confesé. En el rostro de Tae se formó una victoriosa sonrisa. —Pero eso no quiere decir que perderé la apuesta— agregue haciéndolo quitar esa altanera mueca de su rostro.

— ¿Terminaremos el trabajo... o saldrás corriendo como ayer?— pregunto Suga mientras yo terminaba de guardar mis libros en mi casillero.

Me Myself and I (Suga&Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora