Capitulo XXVII

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Narra Jeff
Historia de Jeff

Yo era nuevo en una vencidad, nuevos amigos, nueva escuela y todo era perfecto hasta que un día. Un día Liu y yo estábamos tarde para la escuela hasta que tres chicos empezaron a molestarnos. Ellos eran Randy, Troy y Keith. Empiezan a golpearnos. Yo alcance a Troy y lo golpeo hasta apretarle su garganta y con la otra mano le di en el estómago una serie de puñetazos, que obligan a Troy a vomitar. Liu está perplejo:

"Jeff, ¿cómo?", susurra brevemente.

En eso corrimos a casa sin pensar de lo que paso. No se a Liu pero yo lo disfrutaba. Al estar en casa nuestros padres preguntaron cómo había sido su día, a lo que Jeff respondió con una voz un tanto desanimada:

"Fue un día maravilloso."

A la mañana siguiente, oyó que llamaban a su puerta. Mi madre mirándome con expresión de enojo.

"Jeff, estos oficiales me dicen que atacaste a tres niños, que no fue una pelea normal, los heriste"

Solo pude decir:

"Mamá, fueron ellos los que nos atacaron a Liu y a mí".

"Hijo", se pronunció uno de los policías,"encontramos a tres chicos, dos apuñalados y uno tiene un moretón en el estómago, tenemos varios testigos de que los vieron huyendo de la escena. Ahora, ¿qué tienes que decir ante esto?".

Yo sabía que era inútil. Él podía decir que su hermano y él habían sido atacados por ellos, pero no había pruebas de tal hecho. No podría decir que no estaban huyendo, porque a decir verdad sí lo hacían. Así que yo no podía defender ni a Liu ni excusarse a sí mismo.

Yo soy el culpable de golpear y lastimar a los tres chicos...

Me quede mal y Liu fue arrestado por mi culpa.

Dias pasaron

Un día jugaba con unos niños en eso recibí un golpe con una roca y cuando reaccione, se encuentro ante Randy, Troy y Keith, todos acaban de saltar a través de la valla, balanceándose en sus patinetas. Randy me clava en los ojos una mirada llena de ardiente odio y dijo:

"Hola, Jeff, tenemos algunos asuntos pendientes."

"Creo que estamos a mano, después de todo, los vencí a todos ustedes... ¡Son una mierda!", le dije.

"Oh, no, no hay manera. Te patearé el culo ahora mismo."

Randy me golpea a en la nariz, y yo lo agarre por las orejas y le da de cabezazos. Luego lo aparta de un fuerte empujón. Los niños gritaban, corriendo donde sus padres, quienes aún estaban dentro de la casa.

Keith sacó un encendedor.

"Lo que es gracioso", dijo, en tanto activaba el aparato y la llama ardía en la punta del encendedor, "es que tú estás cubierto de lejía y alcohol."'

Keith tiró el encendedor sobre mi. Dejandome quemando y en eso me llevaron al hospital. Me sentía tan débil y enfermizo... Una enfermera se apresuró a ayudarme.

"No creo que puedas salir de la cama todavía", le dijo.

Yo me siento como lecho, confundido. Finalmente, después de unas horas, oyó la voz de mi madre.

"Cariño, ¿estás bien?"

Yo no podía responder, mi rostro estaba cubierto por el yeso: era incapaz de hablar.

Rápidamente tiró la última venda, dejando expuesto mi rostro. Mi madre dio gritos. Yo notó los rostros atemorizados de Liu y su padre...

"¿Qué? ¿Qué pasó?", susurre.

Sali corriendo de la cama y corri hacia el baño. Me miro al espejo y comprendido la angustia de mi madre y el temor de mi padre y mi hermano. Mi rostro es horrible, mi labios se han quemado, semejantes a una sombra profunda de color rojo; mi piel que se extiende sobre mi faz es blanca como la nieve, y mi pelo chamuscado ofrece a la vista el negro marchito que reemplazó a mi cabellera castaña.

Deslize una mano por mi rostro. Me sentía como cuero. Volvi a mirar a mi familia y luego al espejo.

"Jeff", suspiró Liu, "No está tan mal..."

"¿No es tan malo?", murmuró, "¡Es perfecto!"

Un dias despues estuve en casa y en eso me sentia muy triste y me preguntaba cuando podría hacer feliz. Una noche tome un cuchillo y me diriji al baño. Me talle una sonrisa de oreja a oreja, surcando mis mejillas exageradamente. En eso me decia yo mismo:

Mejor una sonrisa para nunca estar triste...

Ahi alguien prendio la luz y era mi madre con sorprendor me dijo:

"Jeff, ¿q-qué estás haciendo?"

Miró a mi madre.

"No podía seguir sonriendo mamá. Me dolió un poco, ahora puedo sonreír para siempre."

Ella notó sus ojos, rodeados de negro, ni siquiera pestañeaba.

"¡Jeff tus ojos!"

"No podía ver mi rostro, me cansé y mis ojos comenzaron a cerrarse, me quemé los párpados. Ahora siempre podré ver..., mi nuevo rostro."

Mi madre retrocedió lentamente.

"¿Qué pasa mamá? ¿Acaso no soy hermoso?"

"Sí, sí lo eres. D-déjame ir a buscar a papá para que pueda ver tu bello rostro."

Ella corrió a la habitación y sacudió mi padre diciendo:

"Mi amor, saca el arma que...", se detuvo cuando me vio en la puerta, con un cuchillo.

"Mami me mintió."

Me lanse contra ellos con el cuchillo de carnicero en alto.

Mi hermano Liu despertó de improviso con un desagradable sabor en la boca y el corazón palpitándole a mil por hora. Creyó que era cuestión de un mal sueño, así que cerró los ojos.

Cuando se encontraba a un paso de sumirse en el sueño, tuvo la extraña sensación de que alguien lo estaba observando. Miró hacia arriba, pero antes de poder decir algo, Mi brazo cubrió su boca. Poco a poco, Liu se esforzó por incorporarse, luchó y pataleó, pero el oxígeno huía de su pecho, ahogándose. Entonces le susurre con mi sonrisa gigantesca y retorcida:

"Shhh ve a dormir."

Después de matar a mi familia. Salí de ahí con felicidad. En ese día llovía y me sentía tan bien que mi dolió podía quitarlo seria matar personas y verlas sufrir. En un tiempo Slenderman me encontró y me dio un hogar.

Catherine the killer + Laughing JackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora