Solo se feliz.

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Último verano.

Solo se feliz.

—Y así es como quiero recordar este verano. —Me dijo él, mientras su mano acariciaba mi mejilla. Mis ojos se encontraron con los suyos, él me sonreía y trataba de retener las lágrimas, es tan cruel, tan injusto para él. Le pido que pase junto a mí este verano, aunque sé que definitivamente le encantaría estar junto a Kuroko ahora mismo.

Le pido que me mienta. Sus mentiras son tan dulces y llenas de piedad que puedo creerlas. Él me sonríe, me llama por mi nombre, me gusta y él no lo sabe.

Yo ya no podré recordar este verano, nunca más.

No podré recordarlo a él, su sonrisa y calidez, sus caricias y su toque gentil, su voz o sus ojos, jamás podré volver a escuchar mi nombre dicho por él.

Solo espero que él también me olvide. Podrá hacerlo. Seguirá adelante y formará la familia que tanto quiso; la familia que no tuvo y que yo no soy capaz de darle, primero porque él así lo decidió y segundo; porque, después de este verano, ya no hay nada más para mí.

Así es como quiero recordar este verano, su voz cálida y suave leyendo para mí, imaginar los mundos de cada libro, llorar con los personajes y sentir la misma angustia que ellos, la misma felicidad y la misma tristeza, es fácil para mí, desde que era niño he amado leer.

Hay grandes libros en el mundo y grandes mundos en los libros. No hay mejor manera para describir un libro.

Sobre mi cama le veo, él los lee para mí, mi vista ya no es muy buena, pronto ya no podré ni siquiera verlo a él, y eso me asusta, no, perder la vista no me asusta, me asusta el hecho de ya no poder verlo a él.

— ¡¿Qué libro quieres que te lea?! — Le escucho preguntarme, yo le sonrió y veo directamente en sus ojos, son dos gemas carmesí, sumamente hermosas.

Muevo mis labios y él asiente.

De inmediato se acerca al estante de mi habitación y toma el libro que le indique, es el mismo que ayer no pudo terminar de leer, el fin del verano está a la vuelta de la esquina, solo espero poder escuchar el final de este libro, espero que la protagonista sea feliz.

Un día él me preguntó: "¿Si pudieras pedir un deseo y este se te cumpliera, qué pedirías?"

"¡La paz mundial!" Dije en broma. Yo me reí y después le dije que no sabría que pedir.

Un día después me desmayaría en clases y ese solo sería el comienzo de mi infierno. Pronto los hospitales comenzaron a ser frecuentes en mi vida, estudios, exámenes, radiografías, medicinas, reposo, mi vida cambio, mis sueños se derrumban poco a poco, pero él siempre estuvo a mi lado.

Sostuvo mi mano cuando los médicos dijeron que no había cura para lo que sea que yo tuviera, que solo quedaba esperar por alguna clase de milagro, mi madre lloro como nunca antes, escondió su rostro entre sus manos y nunca más volvió a mirarme a los ojos, es tan doloroso escucharla llorar todos los días. Trata de sonreír, pero ya no es la misma.

La medicina no hace nada más que calmar el dolor, pero prefiero no tomarlas. Me ponen a dormir y yo no quiero que este último verano me vea solo dormir.

— ¿Dónde está Kuroko? — Le pregunto, es casi un milagro que pueda escucharme.

—Salió con Kagami. — Detiene la lectura solo para contestarme, ha sido una falta de respeto interrumpirlo, me lo dice con los ojos, me siento apenado, pero mis mejillas ya no se pueden pintar de carmesí, un pálido casi enfermizo cubre mi rostro.

Último verano. |AkaFuri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora