'UNA NOCHE A SOLAS'

33 5 2
                                    

Esta es la historia de un niño llamado Pablo, él era un buen muchacho, su edad rodeaba los siete u ocho años, pero la vida no lo tratò tan bien como todos esperàbamos.

Durante el parto la madre de Pablo falleció, dejando a él, solo con su padre, un hombre que luchaba por sacarlo adelante, él trabajaba para una familia adinerada de comerciantes, que poseían muchas hectáreas para la producción de maíz.

Sus jefes, les obsequiaron una pequeña cabaña ubicada tras los maizales a casi una milla de la residencia de los patrones; no era tan grande, pero no podían quejarse, pues no contaba con el sustento como para comprarse una propia, esta pequeña cabaña había sido habitada antes por un antiguo trabajador, un ser taciturno, no contaba con energía eléctrica. El niño de ojos vivaces se había ganado el cariño y la confianza de los jefes de su padre, tal fue el aprecio que le tuvieron a aquel chico que corría por los maizales sin importar el descalzo de sus pies que el día de su cumpleaños le obsequiaron una consola de videojuegos y le encontraron un antiguo televisor para que pudiera distraerse.

A unos 30 metros de esta, se había construido una pequeña caseta de madera, que pareciese colapsar en cualquier momento, servía como almacén de herramientas para el trabajo de los campos. Era el único lugar que contaba con energía eléctrica y al que pudiera acceder Pablo por lo que decidieron instalar la consola y el televisor para que el niño se pudiese divertirse sin molestar a nadie.

Este lugar se convirtió en la pasión de Pablo disfrutaba de cada momento con su juguete, de vez en cuando invitaba a su mejor amigo Julio, para que jugase con él, ambos la pasaban bien. Un fin de semana decidió invitarlo a pasar la noche en el almacén, se quedarían jugando videojuegos hasta agotarse, su amigo aceptó complacido sería una gran experiencia en su corta edad.

Al llegar esa noche, una noche con olor tan fúnebre, terminando de cenar Pablo y Julio se dirigieron presurosos a la caseta, totalmente emocionados, encendieron la consola, pusieron su juego favorito y sin mas ni mas, se pusieron a jugar. Las horas transcurrían tan rápidamente que sin darse cuenta marcaron la doce, la hora de los muertos, en ese instante ocurrió algo que arruinó la comodidad de los pequeños, se escuchó un sonido que provenía de las afueras de la caseta solo Pablo logró notarlo, creyendo que era su padre se asomó a la puerta, un escalofrío invadió su ser, vio que aquel sonido no fue originado por la caminada de su padre. Pero decidió no hacerle mucho caso y seguir jugando.

No pasó mucho hasta que Julio sintió la necesidad de ir a un baño, el miedo lo invadía, tendría que ir a la casa de Pablo, decidió mostrarse como un niño valiente aunque aún consentía temor, tomó una linterna y se aventuró rápidamente a la cabaña. El frío helado y lo silencioso del ambiente lo hicieron dudar pero sus ganas eran urgentes. Pablo quiso acompañarlo sin embargo por una extraña razón decidió no hacerlo. Los minutos pasaban y el Pablo noto que su amigo ya se estaba demorando mucho, comenzó a impacientarse y armándose de mucho valor, se encaminó hacia la cabaña en busca de Julio, lo que vio fue horrible, se asustó y dio un grito ahogado en sus temores, las manos le temblaban al ver la figura de su amigo, totalmente paralizado, con los ojos muy abiertos y la mirada totalmente perdida, parecía una estatua,¿había visto acaso al mismo diablo? se acercó pensando que todo era una broma de Julio para asustarlo y le dio un palmazo para que reaccione, pero en ese momento él notó dos cosas raras en su amigo: La primera es que estaba tieso, como si en vez de ser una persona, fuera una roca; y la segunda, que su amigo estaba totalmente frío ,pero Pablo logra hacerse a un lado y se dirige hacia su casa en busca de comida y de paso aprovechar para ir al baño. En el camino nota que su amigo lo viene siguiendo muy de cerca, camina más apresuradamente y cuando llega a su casa ve que Julio se queda en la puerta de su casa, se dirige hacia la cocina en busca de algo de comer y de pronto, en la oscuridad escucha un ruido proveniente del baño, se dirige hacia allí, pero una voz de adentro del baño le dice 'ESTÁ OCUPADO' , extrañado empuja la puerta y se sorprende al ver a su amigo sentado en el trono (como ellos llamaban al inodoro), Pablo pega un grito que hace que hasta su padre se levante del susto, Julio termino de hacer sus necesidades y presuroso salió a ver lo que le pasaba a su amigo, Pablo les cuenta lo que le había pasado, lo que había visto, pero no le creen, pensando que todo era una broma.

Julio resuelve regresar a la caseta a seguir jugando, Pablo aun helado por lo que había pasado no quería regresar, asi que practicamente lo tiene que llevar a la fuerza, una vez de vuelta en la caseta Julio sigue jugando y no nota que a Pablo le están empezando a dar escalofríos, estaba empezando a delirar, no era la misma desde aquella experiencia tan traumante vivida. Aquella noche tan movida, el ambiente empezaba a calmarse, hasta que desde los maizales se empezaron a escuchar otra vez los mismos ruidos, esos mismo que Pablo había escuchado pero esta vez mucho más intensos, de modo que esta vez Julio también los escuchó, y no solo eso, algo allá afuera estaba rasgando las paredes de la caseta y escucharon pisadas alrededor de ellos.

Entonces Julio pensó en ir a levantar a su padre, como si él pudiera hacer algo frente a aquellos escalofriantes sonidos, Julio con la valentía que lo caracterizaba abre la puerta y piensa en correr hacia la casa de su amigo, donde se encontraba durmiendo el padre de Julio, dejando a su amigo que estaba retorciéndose del miedo. No transcurrieron ni un minutos desde la partida de Julio, cuando se escuchó un ruido que estremeció al pequeño, era Julio! Él reconoció claramente su voz. Al instante unos pasos se oían , de alguien que se dirigía directamente hacia la caseta. Pablo abre la puerta y la cierra tras de si, su rostro estaba pálido, aun no despertaba de su susto cuando atinó a decir, 'AYÚDAME' , de inmediato los dos empezaron a coger cualquier mueble que se encontraba a la mano la mesa, las pocas sillas que se encontraban en ese lugar, las herramientas, hasta el estante donde se encontraba la consola, todo para poder cerrar la puerta.

Pablo le preguntó qué es lo que había pasado allá afuera, quizá no fue intencion de Julio pero lo asustó mucho al decirle que había visto a su padre , que lo miraba fijamente, pero noto que algo estaba mal cuando vio que la silueta de aquel señor no estaba rozando el suelo. Ese sonido que había escuchado hace unos minutos se volvió a repetir, algo vuelve a rasgar las paredes, se vuelven a escuchar las pisadas, los pequeños se abrazan, y se quedan atemorizados durante todo el tiempo que queda antes de que amanezca.

A la mañana siguiente, el padre sintió la necesidad de verlos, presentía que algo malo pasaba, su corazón se tornaba tenue cuando en su mente pasaron como rafagas mil ideas, mil pesadillas. Se apresuró a la cabaña e intentó ingresar, no pudo, el sentimiento de angustia crecía y el seguia aun sin saber sobre los niños. Algo le impedía ingresar ¿era acaso que la puerta estaba atrancada? ¿cómo era posible? si Pablo odiaba estar encerrado, era una extraña manía, cada vez se desesperaba más al ver que no había lugar por donde ingresar, su fuerza tomó lugar en ese ambiente tan estresante, rompió las únicas ventanas de aquella casucha, cuando lo hizo sintió que las piernas le flaqueaban, se desvanecía lentamente, el escenario era espeluznante, en aquel lugar se encontraban desparramadas las ropas de los pequeños, y de ellos no se volvio a saber nunca más.
Hasta hoy la familia de los niños se preguntan que paso con ellos.

Basado en una historia real.

----FIN---- 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 19, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

'LA COSA DE AFUERA'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora