El Novio De Mi Prima. {Justin Bieber y Tu} EDITANDO

Capítulo Extra: "De vuelta en casa"

Un año después

Ha pasado ya un año, había sido algo loco, yo ya me había graduado, Crystal ya estaba casada y estaba a punto de tener una pequeña niña, aun vivía con ella o bueno con los dos y a pesar de todo era feliz con ellos, hacían mis días mas interesantes por así decirlo, en una ocasión escuché en las noticias que Justin Bieber el hijo del gran empresario Jeremy Bieber iba a casarse sabía que en el fondo me dolía pero su acto de cobardía dolía mas y no se lo perdonaria o eso creía yo

-nena estas a punto de obtener el empleo de tu vida así que quiero que te veas mas bella -dijo Crystal entrando a mi habitación, Carla y yo habíamos planeado un proyecto y la única empresa que llamo nuestra atención fue la de los Bieber's así que mandamos una solicitud y no se si fue suerte o casualidad pero nos llamaron, lo digo de esa forma por que una vez hablando con él me contó que muy de vez en cuando aceptaban solicitudes, así que fue todo una sorpresa

-bueno no lo se, pense irme como una pordiosera pero gracias por el consejo-respondi sarcástica ella rodeo los ojos

-es enserio nena, presiento que allí estarás muy feliz-dijo ella y yo asentí no muy segura, mientras buscaba que ponerme Crystal me distrajo hablando que hacía su pequeña, a veces lloraba mucho por sus cambios hormonales, a veces Colton y yo no podíamos soportarla, un día estaba bien, otro mal y así, encontré una falda de tubo gris, tome una blusa de tirantes blancos y una chaqueta gris, le mostré a Crystal y sonrió satisfecha, me di un rápido baño, me organicé y tome mi cabello en una elegante coleta, o eso creía, puse unos zapatos negros de punta delgada, maquille un poco mi rostro, mire mi reflejo al espejo y me veía bien, pero no les pasa que se veían al espejo después de un tiempo y no eran las mismas, después de lo ocurrido con Justin, cada vez que me veía al espejo estaba mas flaca y palida, mis ojeras delataban mis noches en vela, hasta que Crystal me regaño y me dijo "basta con todo esto, mientras tu te desapareces Justin debe estar follando con otras" desde entonces mejoré un poco o eso dicen Crystal, Colton y mi mejor amiga Carla, al estar lista baje a la planta de abajo las dos personas me miraron y sonrieron satisfechos, tocaron una bocina y entonces supe que Carla había llegado, tomes mis cosas me despedí y salí, no estaba nerviosa, nunca había ido a la empresa de los Bieber's, Carla hablaba con Jeremy y arreglaron todo para que mostraramos nuestro proyecto, cada vez que Carla venía me decía que Justin aun estaba en Pasadena esperando el día de su boda, asi que me tranquilizaba, por ello hoy no estoy nervioso pero aun así mis manos sudaban en cuanto subí al auto de Carla y la saludé

-¿lista?-dijo ella y yo asenti no muy segura

-tranquila nena todo saldrá bien, ya veras-dijo ella, el camino transcurrió normal, unos 20 minutos tardamos en llegar, aparcamos y bajamos, vi el gran edificio, era bastante lindo, entramos y subímos al ascensor, en un último piso llegamos a la recepción una anciana de tez blanca nos saludó y dijo que esperaramos, mis nervios habían aparecido y mis malditas manos sudaban, Carla me dió una mirada segura y le sonreí

-señoritas pueden pasar el Sr Bieber las espera- dijo aquella anciana y no pude contener mi risa al recordar la escena de 50 sombras de Grey,  Carla me miro y supe que tenía que dejar de reír y lo hice, al entrar una oficina demasiado grande para solo una persona nos recibio, todo era muy mordeno y recordé aquella vez que dije que Jeremy tenía muy buen gusto pues eso no había cambiado, en el centro había una gran alfombra y yacía el escritorio y una gran silla giratoria, típico, Jeremy Bieber estaba sentado allí, en esa gigante silla detrás de él había un enorme ventanal donde se podía apreciar la bella vista de los Angeles, al lado de Jeremy habia un chico dando la espalda y entonces mi corazón empezó a palpitar mas rápido de lo habitual y mis manos sudaron aun mas, era él, Justin su maldito cuello lo conocería a kilometros de distancia,llevaba un maldito traje que lo hacía condena mente sexy, mire a Carla y ella sonrió tranquilizandome