Un día común, mi madre nos preparaba el desayuno y mis hermanos y yo esperando, mi padre bajo a la mesa y se sentó, yo lo veía algo serío, como pensando mucho algo, todo el desayuno así, hasta que se levantó y dijo:
-"Por favor, abrácenme todos"
Nos levantamos algo confundidos mi
madre, mis hermanos y yo y fuimos a sus brazos a darle el abrazo que pidió.-"Robert, te sientes bien?"
Dijo mi madre.
-"Si, nada de que inquietarse querida, solo, sentí la necesidad de abrazarlos, de hacer lo que no hago muy seguido, y ahora estoy seguro que en mi día me irá mejor".
Pero así no fue.
Terminó un día largo de entrenamiento para los jóvenes novatos, mi padre cerró la escuela y se dirigió a su auto, conduciendo a casa, una cuadra antes, un infarto le llegó.
El claxon del carro de mi padre era único, era un estilo mexicano que no cualquier carro en esta ciudad tiene, se escuchaba a metros, kilómetros tal vez, mientras yo me encontraba en el balcón de mi cuarto leyendo un libro lo logre escuchar, sonreí puesto que sabía que la llegada de él se aproximaba, continúe leyendo; pasaron para ser aproximados 40 segundos de que el claxon continuaba siento escuchado, la sonrisa en mi rostro se borro y de inmediato baje, al llegar a la sala mi madre al igual que yo angustiada ya se encontraba colocándose un suéter para salir, a mí no me importó el frío y lo que hice fue salir corriendo, detrás mío mi madre, al llegar al auto, mi padre, muerto, con la cabeza golpeando el volante lo cual provocaba que el claxon sonara, no sabía qué hacer, voltee a ver a mi madre con lágrimas en los ojos y comenzó a llorar.
Días después fue su cremación, y fuimos a una laguna que está cerca de casa ni muy lejos a unas horas, a tirar sus cenizas, no podía creerlo, no sabía qué hacer, tenía tantos miedos en mi, yo sólo tenía 15 años, y era el hombre más grande de la casa, mis manos temblaban, no sabía lo que me esperaba, y que fue? Una gran depresión.
Pasaron dos meses, la casa aún se sentía muy vacía, y sobre todo triste.
Mis ganas de entrenar y continuar con mi pasión que era la MMA se esfumaron, mi motor se había ido, me había dejado, me la pasaba prácticamente encerrado solo salía, comía, salía, escuela, salía, comía y así por mucho tiempo.Hasta dos años después, era fiesta de cumpleaños número 14 de Corey y mi madre tenía una caja en el ático con decoraciones para fiesta, subí y al jalar la caja otra más cayó, la duda de saber que era fue tan grande que me acerqué, abrí la caja y....
Estaba completamente llena de guantes, vendas, shorts para entrenar, y al fondo, un sobre con al parecer una carta adentro, la abrí y comencé a leer:
"Frederick, se que tú eres el que en sus manos tiene esta carta, el que está leyendo e imaginando mi voz, hijo, quiero que sepas que te quiero mucho, te preguntarás como es que sé que eres tú y porque me dirijo a ti, es porque sabía que encontrarías algún día está carta, y para ese entonces ya no estaré yo con ustedes, perdón por haberme ido, pero la vida se me terminó, todos tenemos una misión en la vida y cuando se cumple es hora de regresar. Frederick, no dejes tus sueños, no pares de hacer lo que más quieres, realízalo, que como ves, la vida no es para siempre, cuida a tus hermanos, eres el mayor, obedece a tu madre no la juzgues ó desesperes el echo de que ella no puede hacer todo sola, ella te necesita, hijo, te quiero, y donde sea donde sea que nos volvamos a ver, ese día te lo agradeceré demasiado.
Con mucho amor para mi hijo.
Robert Evans"
Limpié mis ojos de las lagrimas que caían, sentí un alivio, en realidad no sé porque, supongo, necesitaba en realidad escuchar, o en este caso, leer palabras de mi padre, palabras de aliento, palabras que me entraron al alma y que por supuesto, las seguiré.
Tomé la caja llena de el material que mi padre tenía y al alzarla una pequeña nota cayó, la recogí con mi mano derecha mientras con la izquierda sostenía la caja, la leí y decía.
"No dejes de realizar lo que amas."
Y sonreí, sonreí después de casi dos años, y en mí mismo dije:
"Eso haré padre."
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Háblame de amor
JugendliteraturEsta es una historia de drama, golpes izquierdos, romance y desamor, de dos adolescentes de 17 años llamados Frederick y Kiara dos jóvenes que al hacerse amigos se dan cuenta que tal vez sienten algo más, pero eso es imposible ya que Ben se encuentr...