Saque mi mochila, me puse un gorrito de lana negro y salí fuera de mi casa.
Me dirigí a la cárcel llamada escuela...
Puta vida.
Vi la hora.7:30
No voy tan tarde.
Caminé varías cuadras antes de llegar y cuando por fin llegué, empezó el sufrimiento matutino; burlas de mis compañeros, algunos empujones y uno que otro pie que ponían para que fallara y cayera.
Ignore todo esto olímpicamente y fui hasta mi casillero, saque los libros que me tocaban en la siguiente hora, Serré él casillero y fui hasta él salón de clases, me senté en uno de los pupitres del fondo, él que estaba
más alejado del profesor.Escuche como sonaba la campana que indica el principio de las clases de hoy.
Vi como cada alumno se sentaba en sus puestos y él profesor empezó la clase.
Me puse los auriculares y me quede dormida sobre mi mochila.
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Sentí como una mano me sacudía fuertemente y me despertaba.
Me acostumbre a la luz y vi a quien me despertaba.
Era uno de los auxiliares de aseo.
Saque los auriculares de mis oídos.-niña ya terminaron las clases, puedes irte- dijo mientras señalaba la puerta y seguía barriendo.
- ok... gracias.-el señor solo asintió con la cabeza.
<<Solo te despertó, porque estorbas>>
Era cierto.
Tome mis cosas y me fui.-----;-;-----
Al llegar a mi casa, suspire y esperé los gritos de mi odiada madre.
-MAYA! PREPARA LA CENA!!!- Y si, ahí están.
Fui a dejar mis cosas a mi cuarto y me cambie de ropa a un sweater holgado y unos jeans negros.
Me dirigí a la cocina y prepare fideos y salsa roja. No tarde más de media hora.
-YA, ESTA LISTO!!!-
Mi madre apareció en el umbral de la puerta envuelta en un vestido negro cortísimo que no dejaba mucho espacio a la imaginación, unos tacones rojos de aguja altísimos y su teñida cabellera rubia estaba sujetada en un moño alto, maquillada a mas no poder y con un bolso de encaje rojo.
<< Va con él hombre del día>>
-Cuida a tu hermano- wow que acaba de pasar? Acaso esas fueron palabras y no gritos?- no te sorprendas tanto solo trato de ser amable-
-porque? Porque tu hombre te llevo lejos?- susurré pero ella me escucho.
-niña insolente!!- dicho esto su mano voló a mi cara, causando que me caiga- sírveme comida a mí y a tu hermano, hoy tu no comes- dicho esto se retiró moviendo sus caderas -HAZLO RAPIDO!!!- grito desde la otra habitación-.
No me permití soltar ni una sola lágrima, tampoco un quejido, luego me desahogaría...
Serví la comida apresurada mente y la deje en la mesa.-Dile a tu hermano que está servido- dijo en un tono frio-
Fui a su habitación toque dos veces y no abría
Entre y lo encontré durmiendo boca abajo. Su cabello chocolate estaba revuelto y tenia la cara undida en la almohada.-hey Tom, despierta la cena está servida- no respondió- hey enano, despierta. - esta vez respondió
- no quiero- dijo con voz tierna cual niño de 8 años.
-vamos, levantar ese cuerpo, enano-dije mientras lo tiraba de la cama.
- mala, que seas mayor que yo, no te da derecho a esto-