KyungSoo es un chico de 17 años normal, a decir verdad muy normal. Su vida va a comenzar a cambiar cuando conozca a su nuevo y sexy profesor de cálculo "Kim JongIn". . .
La verdad mí plan era una linda cena, conversar con Kyung, algo más bien... Tranquilo, pero en un dos por tres ya lo tenía acorralado contra la pared que daba a la salida.
Miraba directamente hacía sus ojos, aquellos que me habían hipnotizado desde que lo conocí, no me salían más palabras, sólo quería tenerlo a él y a nadie más.
Me acerqué a sus labios intetando dar el primer paso, se alejó, muy bien Jongin esto amerita fuerza, como dicen por la razón o la fuerza. Tomé su mentón entre mis dedos, así pude tenerlo plenamente en mi campo de visión, solamente bastó un roce para que él se lanzara sobre mí, se veía más necesitado que nunca, al igual que yo debo decir.
Mis manos se dirigieron de inmediato al borde de su camiseta de modo que pude levantar está por su torso hasta quitarla lanzandola por ahí, ni siquiera presté atención de donde calló, Kyung hizo lo mismo con mi prenda superior mientras me dedicaba a comer sus labios, los mordia y jalaba entre mis dientes, como necesitaba sus labios... extrañaba ese sabor, sabor a KyungSoo. Mí boca fue a parar a su cuello, besaba esté como si no hubiera un mañana.
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KyungSoo
Caminábamos por el living sin dejar de besarnos, era frenético, desesperado y así me encantaba, una pequeña vocesita en mi mente me decía que me detuviera, que Jongin me había engañado, que no fuera estúpido, pero no podía hacerlo... no podía... de alguna manera quería recuperar a Jongin, también quería hacerle saber a ese tal "doctorsito" que hiciera lo que hiciera Jongin siempre volvería a mí. Entre besos pude sentir como chocaba con algo tras mis piernas, suspire frustrado al ver que Jongin alejaba sus labios de los míos, lo seguí con la mirada y en menos de un segundo lanzó al suelo todas las cosas que estaban sobre la mesa, platos, servicio, incluso florero, todo se vino abajo. Tomó mis muslos alzandome en el aire para sentarme sobre la mesa, mi respiración era agitada, mi cuerpo necesitaba atención y cuando decía mi cuerpo me refería a mi pene, podía asegurar que Jongin sentía lo mismo ¿como lo aseguraba? pues al ver su pantalón, justo ahí se podía notar su erección, mis manos se dirigieron a su cinturón deshaciendome de esté, Jongin jugueteaba con mi clavícula entre sus labios, eso me dio tiempo de bajar de un tirón su pantalón juntó al boxer, mi mano derecha se escabullo a su erección, sonreí, la conocía a la perfección, era toda mía y cuándo decía toda era toda, empuje a Jongin, me baje de la mesa para dirigirlo hacía el sofá, al verlo sentado sobre esté sonreí, frente a él comencé a desnudarme primero comencé quitando mis zapatos y calcetines, prosegui con mi pantalón y ropa interior, ya ambos estabamos desnudos sedientos del cuerpo contrario.
Me arrodille entre sus piernas con una sonrisa pícara entre mis labios, al parecer el entendió el mensaje porqué abrió sus piernas totalmente así yo tenía pleno acceso a sus entrepierna, me acerqué a su pene, lo tomé con una de mis manos y dezlice levemente la punta de mi lengua por su extensión
ㅡ KyungSoo... mhg, no es hora de juegos
Dijo Jongin al ver mi lentitud, estaba desesperado, lo podía notar. Introduci su pene en su totalidad en mi boca, o al menos lo que cabía, no esperé más y comencé un rápido vaivén de arriba hacía abajo, el resto de su pene que no cabía en mi boca lo masturbaba con mi mano sobrante, escuchar sus gemidos de placer me volvían loco, me encantaba, amaba saber que lo estaba disfrutando.
Luego de unos minutos 'usando mi boca' me quite y me posicione sobre su regazo, una pierna a cada lado y su erección entre mis glúteos, mi respiración desenfrenada entre besos era tan excitante, besos desesperados, ágiles, la lengua de Jongin recorría toda mi boca, al separarnos un hilo de saliva nos unía.
Jongin
Tomé mi erección dirigiendola hacía la pequeña entrada de Kyung, nuestros labios se separaron, sonreimos.
ㅡ Yo lo haré
Susurró tomando mi pene, lo acomodó de mejor manera para después bajar lentamente autopenetrandose con mi miembro, su rostro de placer era impagable, atesoria esas expresiones de dolor y placer en mí mente. Luego de un par de besos mientras que Kyung se acostumbraba a el grosor de mi pene comenzó a moverse, ya estaba listo, empezó con un leve movimiento de arriba hacía abajo, lento, envolvente, al pasar los segundos los movimientos tomaban más ritmo y rapidez, nuestros gemidos y jadeos llenaban la habitación, los resortes del sofá sonaban sin parar, era exquisito.
Mi boca chupaba uno de sus pesones en tanto el seguía moviendose, una leve capa de sudor cubría su cuerpo dándole un brillo único, minutos bastaron para que ambos llegaramos al clímax, yo en su interior y el entre nuestros abdomenes.
ㅡ ¿Eso cuenta como reconciliación?
Pregunté sobre sus labios aún sin separarnos, mis manos acariciaron sus glúteos, le di una leve nalgada en está
ㅡ Tendrás que hacer mucho más que esto 'muñeco' para que yo te perdone.
