Martes: dos errores no hacen un acierto

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Al otro día estaba recostado en mi cama sin saber que pensar. Seguían gustándome, seguía queriéndote fuertemente.
Tal vez si era amor.
Tal vez podría luchar contra todo eso por ti.
Tal vez podría ir y pedirte perdón.
Tal vez podría corregir lo que no  te había dicho ayer.
Tal vez todo terminaría bien para nosotros.
-Perderás el tiempo- dijo mi amigo y acepte que esas cosas solo eran un “Tal vez”
Mi segundo error.

AntonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora