Esta pútrida historia.

01. Vagando en recuerdos.

Fuego. Eso era en lo que se consumía el estrepitoso y maloliente lugar. O al menos, eso era lo que se veía en el acto de al parecer, de la mala pasada de su mente al recordar tal suceso.
Esos quejumbrosos y demacrados pensamientos que tenía que soportar día tras día sin razón aparente más que torturase a sí misma cayendo en el sucio y maldito juego de su mente al parecer.
A ella no le gustaba hablar de eso, más que, ¿con quién? Aunque quisiera, no podría. Sabía que era una maldita psicopata, pero, ¿alguien se tomaría la mínima molestia de siquiera pasar por ahí? Eso es lo que tenía asegurado por el resto de sus días hasta que, cierta persona inesperada, sin escrúpulos, se le apareció por ahí.

Como siempre, en sus días para ella tranquilos, se levantara, borrara las marcas de la pared, pasaría algo de algodón y hielo por los moretones y rasguños su estómago, se escaparía de el cuarto, cojearía una caja de cigarros y se volvería a encerrar sin que nadie tuviera certeza de lo ocurrido para ella poder pasar el rato tranquilamente. Pero arruinado sus planes, ahí apareció una persona totalmente desconocida a sus ojos por en medio de las ventanas con barrotes que conectan lo que vendría siendo, la pared de las celdas. Cabía mencionar que había estado sola por más años de los que se cuentan con los dedos de una mano, por lo que esté acontecimiento la dejo totalmente abrumada y confundida. Cualquiera que la viera, pensaría que iva a explotar. Pero, seguía sin creérselo, ¡una persona está en el cuarto continuo! Pero lo que pasó, eso sí que no se lo esperaba.

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¡Capítulo con 282 palabras! Bueno, supongo que el capítulo estuvo un tanto (muy) aburrido para la miserable cantidad de personas que leen esto, pero se les agrádese que sigan aquí ;-;. ¡Pronto sé conocerá la identidad de la persona misteriosa (?)
Adiós uwur.