POV Dong Woo
Cuando se es joven creemos que el amor es lo más bonito y feliz del mundo. Que no importa nada más que el cariño que tú y esa otra persona se tienen.
-Me gustas- me dijo. "Me gustas, me gustas, me gustas, me gustas, me gustas, me...." ¡¿Qué?!
-¿Qué has dicho?- tenía los ojos muy abiertos, seguro parecía sapo.
-¿No escuchaste? ¡Me gustas!- "Me gustas..." Ok. Jamás me esperé esto... Claro que lo deseé pero no creí que sucediera... ¿y ahora que hacia? ¿Y si corro? -¡Yah! ¿Estás pensando en lo que te acabo de decir o quedaste demasiado impactado con mi belleza que no piensas?- Le di un golpe en la cabeza. Venía con su estúpida confesión y se ponía a decir más estupideces.
-Serás idiota. Cállate por un momento- mande y obedeció. "Es mi mejor amigo y la persona que me gusta desde hace algunos meses y al parecer yo también empecé a gustarle, ¿debería estar feliz? Bueno lo era pero... -¿Pero qué?- pensé en voz alta.
-¿Uh?- negué con la cabeza -¿Entonces?
-¿Entonces qué?
-¡Dino!
-¡¿Qué?!
-¡Yah! ¿Por qué me gritas?- respiré. Debía calmarme.
-Tú me gritaste primero.
-¡Ash! Como sea, dime ¿somos novios o qué?- ¿Novios? ¡¿Novios?!
-¡¿Qué?! ¡Estás loco! ¡Ni siquiera me lo has pedido!
-¡Claro que sí! Pero estabas pensando en quien sabe qué queno escuchaste. Dime, ¿en quién pensabas? ¡Tienes prohibido pensar en alguien más que no sea yo!- Eso sonó como algo que yo diría. Sonreí, Hoya era muy lindo, siempre lo fue y por eso me gusta.
-Está bien, somos novios.¿Qué pasa cuando creces?
Te das cuenta que las peleas pueden contigo, que la felicidad que alguna vez sentiste fue opacada por el cansancio de tantos gritos, lágrimas y palabras hirientes.
-Amor, salgamos a comer a algún lugar- le dije entusiasmado.
-Estoy ocupado, ve tú- me contesto sin siquiera despegar los ojos de la computadora.
-Pero no quiero comer solo, por favor ven conmigo- me puse meloso.
-Te he dicho que estoy ocupado, ¿eres estúpido?- me dijo entre dientes. Su mandíbula estaba tensa, estaba molesto. Suspire.
-¿Por qué eres así Hoya? ¿Qué he hecho para ganarme este trato?- el rodó los ojos exasperado.
-¡¡Agobiarme todos los malditos días!! ¿Te parece poco? ¡Deja de ser tan malditamente insoportable!- Me grito. Sus palabras fueron hirientes, demasiado pero quería arreglar las cosas.
-Hoya...
-¿Vas a llorar? ¡No me jodas Dong Woo! ¿Sabes qué? Si no quieres irte, yo lo haré, no te soporto- se levantó rápidamente pero lo detuve tomándolo de la muñeca
-Hoya, por favor...
-¿Por favor qué? ¡Por favor tú Dong Woo! ¿No lo entiendes? No soporto tu voz, tu risa, tu tacto... ¡tú presencia!- Vaya... así que así sentía ser destrozado. Lo mire dolido. Deshice el agarre y salió de casa.Tal vez conforme pasaba el tiempo ese amor que decíamos tener se iba consumiendo poco a poco.
Tal vez ya no era amor lo que había entre nosotros.
Tal vez... tal vez solo era costumbre.
Hubo veces en las que me pregunte si todavía te amaba y la respuesta que siempre obtuve fue que tu presencia me es necesaria, es parte de mi rutina.
Rutina.
Es en lo que hemos convertido cada día de nuestras vidas. En una estúpida y agotadora rutina.
Tú te levantas a las 7 de la mañana para hacer ejercicio y yo a las 8 pues a las 9 tenemos que ir a dar clases a la escuela de baile que ambos creamos. Preparo el desayuno y ambos comemos en silencio, ni si quiera un "¿dormiste bien?" pronunciamos. Mientras yo me baño tú tiendes la cama para entrar después de mi a bañarte mientras yo me arreglo.