Recuerdos vivientes

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En la penumbra de la noche, con tus demonios al acecho y tu mente algo dormida no te prives de tus recuerdos, abrazalos como solias abrazar a ese viejo amor, acurrucate con su melodiosa voz, aunque esta un Adios anuncie.

Entregate a los recuerdos y a las personas que habitan en ellos, es la forma de no morir en vida, es la forma de prolongar por mucho más tiempo lo que pudo haber sido.

Palabras con VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora