Capítulo 1

20 0 0
                                    

Era un día de instituto como cualquiera.

-Diletta - dijo mi amiga Nicol, haciendo un gesto de saludo con su mano derecha a lo lejos.

-¡Hola! - dije contenta de verla aunque mi cara solo mostraba una expresión de agobio y agotamiento.

-¿Que tal estas? - pregunto preocupada - tienes mala cara.

-Estoy estresada de tantos exámenes - dije mientras repasaba los apuntes para el examen de lengua que tenía a continuación - ¿y tú, que tal?

-Puff estoy también, entre unos y otras me amargan la vida - dijo en tono de desesperación - por cierto, puedo meterte esta tarde en un grupo de WhatsApp, es muy divertido - dijo ya mas animada - además hay algunos chicos que están muy buenos.

-Seguro que no están tan buenos como yo - dijo Len, un amigo de la infancia como Nicol, siempre hemos sido amigos - ¿de que hablabais? ¿Ya habéis visto a los nuevos alumnos?

-No, no todos somos unos pedófilos como tú, que tontean con niñas de 1° - respondió Nicol dándole una fingida preocupación al asunto - ¿a cuantas te has ligado ya? ¿Unas cincuenta?

-Si pero como no se puede enterar Andrea llevo una doble vida agotadora - dijo despreocupado y satisfecho - es el precio que se paga por estar tan bueno y se tan guapo.

Ese el Len, un mujeriego, su novia es Andrea, pero en el instituto tiene mucha pretendientas y otra tantas para pretender.

-¿Y porque no la dejas? - pregunto Nicol - total, para ponerle los cuernos...Además como un día se enteré...

-Calla, calla, que quería cambiarse de instituto, menos mal que sus padres no le dejaron porque estaba muerto de miedo cuando me lo dijo - le respondió Len - pero como voy a dejarla, tú estas loca, con lo buena que estas.

-De verdad, eres tan obvio y tan siempre, además una relación basada en el deseo esta condenada al fracaso, porque con él tiempo el físico se pierde, ¿o acaso sueñas con que tus músculos te dure para siempre? - le soltó Nicol sin cortarse ni un pelo.

-A ti lo que te pasa es que te jode que yo pueda ver, tocar y besar a mi novia no como tú con tu amor platónico - contraatacó Len.

-Que sea a distancia no significa que sea platónico - dijo Nicol entrando al trapo - además al menos mi novio no es irritante, agobiante y acosador, cosas que no se pueden decir de la insoportable de tu novia.

-Como te atreves a...-empezó Len.

-¡BASTA! - grité interrumpiéndoles - tengo un examen muy importante para el que me he pegado estudiando  casi toda la noche, estamos en 4°de la ESO, lo que significa que si suspendemos una sola asignatura no nos darán el titulo de graduado en la Escuela Secundaria Obligatoria así que por favor, por mi, podéis dejar la discusión para más tarde, gracias.

-Esta bien, pero que no se meta en mi relación, que a él no le incumbe - soltó Nicol cerrando el tema de una vez por todas.

El examen me salió bastante bien, lo suficiente como para aprobar (espero).

El resto de las clase me las pase prácticamente dormida.

Y al llegar a casa me encontré con que mi amiga me había metido en el grupo.

Yo veía los mensaje que mandaban y no se, había un chico simpático y bastante mono.

Me escribió al poco tiempo de estar en el grupo por privado, me dijo:

Iker: ¡Hola!

Diletta: Hola

Iker: ¿que tal estas?

Diletta: bien ¿y tú?

Iker: bien, me alegro.

Diletta: y yo.

Iker: eres muy guapa.

Diletta: yo no, tú si.

Iker: yo no de verdad, tú si.

Diletta: no, no, tu más.

Iker: ¿te gusto? *carita sonrojada*

Diletta: un poco *carita sonrojada*

Iker: bueno, la verdad es que me han jodido bastante y hace poco me gustaba una chica pero creo que solo se reía de mi, aunque probablemente si seguimos hablando podría llegar a enamorarme de ti.

Diletta: pues esa chica es tonta, mira que dejar pasar a alguien tan increíble como tú.
__________________________________

A partir de este día estuvimos chateando por WhatsApp.

Hasta que un día me preguntó si podríamos vernos por una aplicación de videollamadas, al principio estaba muy nerviosa pero luego ya se me fue bastante la timidez y pudimos hablar cómodamente, la verdad es que tenemos muchas cosas en común, los dos somos cariñosos, cursis, nos gusta el mismo tipo de música, vemos el mismo tipo de series, somos del mismo equipo de fútbol, amamos los peluches...aunque el tiene 19 años y estamos a muchos kilómetros de distancia.

Y así pasamos la tarde, muchas hora hablando y riendo, haciendo tonterías, cantando, le dedique mi tiempo, el mismo que él me dedico a mí y ambos lo aprovechamos bastante bien.

Más tarde ya colgamos porque era tarde y había sueño, pero antes de irme a dormir ocurrió algo que no me esperaba en lo absoluto.

Tras una fluida conversación y una inmejorable primera impresión, me hizo un propuesta o mejor dicho una pregunta cuya respuesta es clave en la vida de toda mujer que valore estas cosas.

Y yo le respondí con rapidez y creo que de haberlo pensado un millón de veces más hubiera hecho lo mismo.

La pregunta que me hizo fue la que quizás otra persona se hubiera planteado más pero en es momento no lo pensé, solo conteste dejándome gira por lo que sentía, y de esta forma aunque a mi no me gustaba mucho la idea comenzamos a salir.

La verdad es que era la primera vez que tenía una relación a distancia y no se muy bien que hacer pero quien no apuesta no gana, ya me han hecho daño otra veces y he sobrevivido ¿no?, además y si él es mi príncipe azul, el hombre de mi vida, mi gran amor verdadero o como lo queráis llamar, no lo pienso dejar escapar aunque se que no sera nada fácil pero si mi madre me amo sin conocerme durante 9 meses porque no voy a poder amar yo sin verle, además no es nuestra culpa haber nacido en lugares diferentes y que el destino nos allá juntado en la distancia.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 24, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Diario de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora