Capitulo dos: Sensaciones ¿por una bella chica?

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Amelia

Martes 19 de mayo 2015

Bruscamente me desperté por un cabezazo que me di en mi escritorio. Esa noche me había quedado leyendo ahí durante toda la madrugada, al parecer me quedé dormida mientras leía y al caer en el sueño profundo, sin querer azoté mi cabeza contra el mueble.

Aun algo aturdida por el golpe y un poco somnolienta, me levanté de la silla giratoria en la que me sentaba a leer básicamente todos los días, o si no, me quedaba escribiendo historias. Con la vista aun borrosa miré el reloj cuadrado de bordes celestes que yacía sobre mis peluches notando que ya eran las 7:20AM.

Debía entrar a clases a las ocho en punto pero para poder llegar a tiempo tenía que salir de casa a las siete ya que me iba al colegio caminando, se me hicieron veinte minutos tarde, mi mamá no se percató de mi retraso así que por suerte no me lleve su reto.

Como estuve vestida toda la noche solamente arreglé de manera rápida mi mochila, metiendo en ella ropa para cambiarme en el colegio. También estaría obligada a bañarme allá, no me agradaban mucho sus duchas, pero prefería eso a no asearme.

Salí presurosa de mi casa y comencé a correr. La escuela estaba a siete cuadras de mi casa, la verdad no era mucho, pero mi ciudad estaba llena de vaivenes de cerros y terraplenes. Si bien Salí corriendo de mi casa, a la mitad del camino me canse debido a mi precario estado físico, así que seguí caminando a paso rápido. Tardé alrededor de seis minutos en llegar al colegio, cuando estuve a tan solo una cuadra del establecimiento, tocaron la campana. Me apuré y logré entrar antes de que la inspectora comenzara a anotar a los atrasados. Me dirigí directamente a los baños, entraría tarde a la primera hora, pero al menos no me verían con la misma ropa de ayer.

Aceleradamente entré a la ducha, el penetrante frio de la mañana hizo temblar todo mi cuerpo. Intenté ignorarlo, traté de ducharme lo más rápido que pude para así en cosa de unos minutos Salí de esta helada agonía. Como era tan temprano logre usar el agua caliente que normalmente estaba disponible solo hasta el segundo recreo, pero aun así, al salir del cálido manto de agua tibia sentí ese agobiante aire gélido que entraba por debajo de la puerta y por las rejillas superiores a la ventana que estaban sobrepuestas para mejor ventilación.

Estornudé alrededor de dos o tres veces mientras me ponía la toalla y me sacaba muy desesperada por el frio y porque la campana ya había sonado hace un rato. Me vestì con la ropa que traía en la mochila, eran unos jeans negros de rodillas rasgadas, una camisa psicodélica llena de muchos colores, la cual había hecho en la clase de arte, sobre la camisa me puse un abrigo negro y largo muy abrigador, y finalmente mis zapatillas de tela rojas.

Abrí la puerta del baño con brusquedad, matando del susto a una niña menor que pasaba por frente a los baños, asomé solo la cabeza por la puerta y miré a ambos lados procurando que no hubiese ninguna inspectora, porque si me viesen fuera del aula a esa hora probablemente me darían el mismo sermón de siempre. Cuando me aseguré de que no había nadie más que esa estupefacta niña eché a correr con todo hacia el salón, subí la escalera para llegar al segundo piso y abrí lentamente la puerta de la sala, me asomé para ver y por suerte la profesora encargada del curso aun no se había ido. La mujer de avanzada edad y cabello corto y grisáceo se encontraba en el frente, acompañada de una chica la cual nunca antes había visto en el colegio. Ella era de estatura baja, casi del mismo tamaño de la profesora que de por si era muy baja, tenia cabello negro, largo y suelto, estaba vestida con una falda que le llegaba hasta las rodillas, tenía muchos vuelos y una gama de colores y texturas muy llamativos, debajo de la falda llevaba calzas negras algo cortas que no tapaban sus divertidos calcetines de rayas y puntos verdes, resaltaba mucho en ella su camisa morada cuadrille la cual parecía ser algo delgada. A pesar del atroz frio que hacía, la chica se mantenía muy emocionada con una leve inocente sonrisa dibujada en sus mejillas redondas y algo infantiles. Todos los chicos, menos James por obvias razones, parecían estar embobados mirándola, a lo que ella no prestaba mucha atención.

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⏰ Última actualización: Jun 26, 2016 ⏰

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