La biblioteca.

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Paseé por la gran biblioteca una vez más, encontrando a mí paso innumerables ejemplares de todo tipo de libros.

Uno de entre todos ellos llamó mi atención, un libro que no había visto antes, extraño, yo, la chica de los libros ¿No había visto nunca este libro? Interesante.
Mi mano se acercó rápidamente al libro, pero antes de tocar la solapa algo me interrumpió.

- ¡Es hora de comer Sara! -Gritó mi abuelo.

Solté un largo suspiro y apartando la mano de mi nueva víctima corrí escaleras abajo, esas largas escaleras de caracol que llevaban hasta la planta baja.

- Síííí, ya estoy. -Dije sentándome en la amplia mesa del comedor y comiendo con desgana.

- Mañana será tu primer día de colegio. ¿Estas preparada? -Me miró sonriendo.

- Lo esté o no, tendré que ir igualmente, así que...

La conversación terminó ahí. No hablamos más y sinceramente después de ese incomodo momento solo tenía ganas de dormir, me encantaba tener sueños, para mí era tan agradable como leer.

Os preguntaréis ¿Por qué te gustan tanto los libros? Os lo diré ahora, igualmente os lo preguntéis o no, lo voy a decir igual.

Los libros me dejan escapar de la realidad, me ayudan a olvidarme de todos los problemas que ocurren a mí alrededor y me sumergen en un mundo de fantasía. Supongo.

Me acosté en mi cama, cerrando los párpados lentamente y cayendo en los brazos de Morfeo.

El horrible sonido de una voz me despertó.

- Señorita es hora de levantarse.

- Ya, ya. -Desvié mi mirada hasta el emisor de dicha voz. - Solo eres tú, Bobeer. -Refunfuñe al ver a mi robot mayordomo .

- Me ofende señorita. ¿Cómo que solo soy yo? ¿Que esperabas? ¿A William Shakespeare?

- Lo observé por unos momentos. - Sí. - Dije recostándome en mi cama.

- Levanta yaa. - Comenzó a estirar de mi pierna arrastrándome por el gélido suelo.

- Ya me levanto. -Me soltó y como pude me levanté, me coloqué mi nuevo uniforme y me encaminé a la escuela.

Era temprano, así que, decidí ir a la biblioteca.

Al llegar descubrí que no era gran cosa, pero sí, había bastantes libros antiguos. Cogí uno bastante polvoriento y lo sacudí, "Dos velas para el Diablo" Era el título del libro.

Me senté en una de las sillas que había por allí cerca y lo comencé a leer. Todo iba perfecto, ya llevaba la cuarta parte de libro y aun faltaba media hora para entrar. Todo era perfecto...Era.

Hasta que un gran sonido interrumpió mi lectura.

- Ahh, ya estas tan caliente.

- Cállate y entra ya, para que puedas metérmela.

¿Pero que coño? Ruidos extraños se escuchaban a través de la puerta, incrédula miré como una pareja exaltada entraba a la habitación y el chico ponía a la chica contra la mesa donde YO estaba leyendo.

- Vamos métela.

- Sí, ya voy. Viciosilla. -Dijo él dando una embestida, mientras yo tenía la cara de la chica enfrente de mí con los ojos cerrados...Hasta que decidió abrirlos.

Mmh ehh bueno esperó que os este gustando mi nueva historia, mis querid@s lector@s os quiero.

Rata de biblioteca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora