Me escribiste 365 notas, una por cada día; por cada una de ellas una sonrisa mía. Más 365 sonrisas, joder que me enamoraba de ti con cada una de ellas, alegrabas mi día. Todas y cada una de ellas las he guardado, aguardando por el día en el que pudiera conocerte. En la escuela me las ponías en el casillero y en vacaciones lo hacías en la puerta de mi casa, sé que eso debió asustarme pero en cambio me alegraba bastante, pues mi príncipe sabia el lugar en el cual vivía.
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Short StoryEl escribía notas para la chica de sonrisa rota. Ella solo se escondía. El quería hacerla sonreír. Ella estaba vacía.