En llamas.

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Los días pasaban, los meces y los años y aquel dragón seguía comprando libro las libro para su prisionera pero un día en el que el menos se lo imaginaba llego un caballero, uno de brillante armadura, ojos comparables al cuelo y un cabello que encajaba en estos, el caballero reclamaba a ala princesa, si, aquel hombre desconocido se quería llevar a la cautiva dama de regreso a su hogar, hacerla su esposa y asi ser el rey de todo lo que por herencia le pertenecía a la chica.
El dragon, lleno de furia lo ataco, lucho contra el en una dura batalla que transcurrió por horas hasta que de la nada el caballero ya agotado y mal herido decidió hacer lo más arriesgado, quemo el castillo con ayuda de un viejo mechero, si, oíste muy bien, quemo el castillo donde aun estaba cautiva la princesa. El dragon al darse cuenta de ese cobarde acto fue de inmediato por la que ahora era su mas preciada posesión, corrió hasta los escalones encaminado a la torre mas alta donde poco a poco el fuego comenzaba a consumir todo, paredes y techos se caian, todo lo de madera perecía al instante, el fuego arrasaba con todo a su alrededor, se extendía rápido hasta llegar donde el dragon mas temía, si, las llamas llegaron hasta la torre mas alta comenzándola a consumir, el dragon ya estaba desesperado, corria y corria pero sentía que no llegaba y cuando llego no supo como reaccionar a lo que veian sus ojos, los libros, todos esos libros estaban quemados, ardían dentro del cuarto y entre medio de ellos, estaba la princesa, si, exactamente, la princesa yacia en el suelo, con las mejillas sucias de ceniza, sangre en heridas de quemadura y mas de una prenda quemada por el fuego. Ya lleno de furia el dragon la agarro entre sus brazos y se la llevo lejos, lo mas lejos que pudo hasta cansarse, dejo a aquel caballero morir entre escombros y ese fuego que propicio ese estúpido hombre.
Asi pues, ya lejos de todo ese caos el dragon dejo a su princesa en el suelo y rompió en llanto, ella no respiraba, su corazón no latia ¿y su piel? Estaba fría como el hielo a pesar de haber estado en un infierno hace pocos segundos. ¿ahora que se podía hacer? ¿ahora que debía hacer aquel dragon que en un principio se la quería comer? ....fue simple.... Rompió en llanto, sus lagrimas caían como nunca antes, sus gritos desgarradores hacían echo entre las montañas gritando una y otra ves "no pude salvarla" y ahora, ella yacía entre sus brazos, fría, sin moverse y el gritando, gritaba y gritaba y su dolor no paraba, tantos años con ella, tantas historias contadas y todo hecho cenizas en un abrir y cerrar de ojos , dragon, pobre dragon, el que tubo corazón de hierro y ella uno cálido, lo suficiente como para derretirlo en cuestión de minutos.

La princesa y el dragón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora